Huellas en Nuevo México sugieren que los humanos ya estaban en América del Norte hace más de 20.000 años

  • Ahora se cree que estas huellas en el Parque Nacional White Sands en Nuevo México tienen entre 23.000 y 21.000 años de antigüedad, más de 5.000 años antes de que se pensara que los humanos habían vagado por las Américas

La teoría de larga data es que los humanos llegaron a las Américas hace unos 16.000 años. Emigraron por la costa del Pacífico después de cruzar el estrecho de Bering en un puente de tierra que alguna vez existió. Es posible que luego usaran botes para navegar por la costa alrededor de los glaciares que aún existían cuando la última Edad de Hielo terminó.

Esta línea de tiempo es considerada por muchos como la conclusión lógica de los sitios arqueológicos existentes y la gran cantidad de hielo que habría existido antes de este período. Sin embargo, un artículo de hace dos años utilizó la datación por carbono para reescribir esta línea de tiempo de acuerdo con conjuntos de huellas antiguas en el Parque Nacional White Sands en Nuevo México.

Sus audaces y controvertidas afirmaciones se reforzaron recientemente con pruebas adicionales, lo que sugiere que las huellas tienen una impresionante antigüedad de 23.000 y 21.000 años. Esto pone en tela de juicio la llegada de los humanos a las Américas.

Las huellas son visibles y distintas, estampadas en lo que alguna vez fue barro en la orilla de un antiguo lago en el actual Nuevo México. Congeladas en piedra por la estratificación de sedimentos, las primeras pruebas tenían como objetivo establecer la edad de las huellas a través de la datación por carbono.

Como las huellas no son material orgánico, los científicos utilizaron semillas de una planta lacustre llamada Ruppia cirrhosa. Las semillas se encontraron en las capas circundantes de sedimentos alrededor de las huellas. Las pruebas de las semillas sugirieron un rango de fechas de hace unos 23.000 a 21.000 años.

Sin embargo, estos hallazgos iniciales causaron algunas dudas entre los científicos, especialmente dada su revisión radical de las migraciones conocidas. Loren Davis, un arqueólogo de la Universidad Estatal de Oregón que no participó en la investigación, expresó su preocupación a Science de que el carbono-14 más antiguo en el agua del lago podría haber sido absorbido por las plantas que produjeron las semillas.

Para ayudar a resolver estas preocupaciones, los investigadores han añadido dos nuevos métodos de datación que concuerdan con sus hallazgos anteriores. Tomaron muestras de polen de las capas de sedimentos circundantes y descubrieron que la datación por carbono una vez más coincidía con las semillas.

El polen no habría absorbido carbono porque los árboles crecían en tierra. También se recolectaron granos de cuarzo y se probaron mediante datación por luminiscencia estimulada ópticamente (OSL). Los resultados mostraron que estos trozos de piedra fueron expuestos a la luz por última vez hace 21.400 y 18.000 años.

A pesar de esta impresionante corroboración, algunos científicos todavía piensan que la erosión puede haber movido sedimentos más antiguos sobre las huellas. Aun así, la nueva evidencia ciertamente sugiere que hace 16.000 años los humanos ya pudieron haber estado en América del Norte. Esperemos que más pruebas saquen a la luz más respuestas.