En una plática con el médico veterinario zootecnista, Ernesto Ávila, presidente del Grupo Amascota de CONAFAB, contó cómo es que las mascotas atraviesan un duelo tras la muerte de sus seres queridos y que este puede transformarse en depresión si no se hace lo necesario para ayudarlas a salir de este estado.
El MVZ señaló que para las mascotas es más difícil procesar que alguien murió, pero este proceso es más sencillo cuando pueden ver morir a su dueño o su compañero.
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El veterinario comentó que, aunque se cree que los perros o gatos pueden saber cuándo alguien va a morir, señaló que hay una explicación científica para esto.
“Cuando hay un cadáver hay la liberación de algunas sustancias que el perro evolutivamente, aunque nunca las haya olido, sabe en ese código genético de esta muerte y algunos nos dicen: ‘mi perro comenzó a ayudar y a comportarse de manera diferente’”.
Intervención especializada: lo ideal es la intervención de un médico veterinario con experiencia en el comportamiento y en el caso de los perros, lo recomendable es buscar etólogo clínico.
Alimentación: esta es muy importante por ejemplo el triptófano es el precursor de la serotonina, por ello deberá contenerlo en los alimentos que están diseñados para pacientes con problemas conductuales.
Ejercicios mentales: Es importante distraer la mente de los michis o lomitos, es por eso que es recomendable realizar ejercicios mentales como esconder el alimento o su juguete favorito.
