Estos son los dulces tradicionales de Día de Muertos

Este 1 y 2 de noviembre es común ver en ofrendas y altares los dulces tradicionales de Día de Muertos. Seguramente, como todo buen mexicano o mexicana, ya conoces algunos, pero ¿sabes cuáles son todas estas delicias culinarias?.

Los mexicanos celebraremos unas de las fiestas más icónicas del país, dándole la bienvenida a los fieles difuntos.

Por ello, para conocer un poco más de los sabores en esta fecha de Día de Muertos, en esta nota se explicará cuáles son los dulces tradicionales.

Siete dulces tradicionales de Día de Muertos
Desde el año 2008, la festividad de Día de Muertos fue catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), debido a la gran cantidad de colores y sabores que se han transmitido de generación en generación, entre ellos los dulces tradicionales.

Por ello, en la fecha, cuando el fin de la vida es un nuevo comienzo en el más allá, estos son los siete dulces tradicionales en Día de Muertos que todo mexicano o extranjero debe probar y conocer.

Calaveras de azúcar, chocolate y amaranto: Los dulces más icónicos que se ponen en los altares de Día de Muertos son las tradicionales calaveritas de azúcar que consisten en formar un cráneo con arenilla, creada con agua y endulzante natural.

A estas suelen ponerse adornos, lentejuelas de colores en los ojos y el nombre de la persona fallecida en la frente.

Tumbas y canastas de azúcar: Además de las calaveritas, en puestos es común ver en algunos puestos, antes del 1 y 2 de noviembre, la venta de dulces tradicionales de Día de Muertos, entre ellos las tumbas de difuntos de azucar, que se asemejan a un sarcófago de color blanco decorado de colores.

Tamalitos de tamarindo: Otro de los dulces típicos en estas fechas de recordar a los fieles difuntos son los tamalitos de tamarindo, que consiste en un dulce acidulado hecho con la pulpa de esta fruta combinada con azúcar, agua, chile piquín y limón. Después, este mejunje es vertido en pequeñas hojas de maíz y envuelto como tamal.

Dulces cristalizados: Estos son fáciles de reconocer, pues se trata de pequeñas piezas de fruta, como rodajas de piña o cubos de zanahoria, higos, papaya, limón y hasta nopal, cubiertos por varias capas de néctar hecho con azúcar, lo cual genera que el postre se cristalice y sea una delicia para los difuntos que vienen a visitar a los vivos.

Cocadas: Sumado a los dulces tradicionales de Día de Muertos hechos con frutas, están las famosas cocadas, que consiste en rallar la pulpa de esta drupa y combinarla con leche, para después moldear y hornear hasta que quede dorada. Algunos suelen poner colorantes para darle un color rosado o anaranjado.

Jamoncillo o dulce de leche: Unos de los más deliciosos y bonitos, debido a los diseños para adornarlos, son los dulces de leche o jamoncillo, ya que este producto de color café, hecho con lácteo y azúcar, tiene en la parte de arriba diferentes patrones de decoraciones elaboradas con nuez. Este postre le encanta a las abuelitas que regresan en el Día de Muertos.

Calabaza y camote en tacha: Por último, pero no por eso menos importante, están las exquisitas calabazas de castilla o camotes en tacha, pues son los productos de temporada en otoño e invierno. Recibe este nombre porque se preparaba con un utensilio para evaporar el agua de la caña, llamado ‘tacha’.