Generar conciencia y ampliar el conocimiento entre los pacientes con Psoriasis

  • Cada 29 de octubre se realizan en todo el mundo diferentes actividades en el marco del Día Mundial de esta enfermedad

La psoriasis es una afección inflamatoria, crónica, sistémica y no transmisible que, sin el tratamiento adecuado, afecta considerablemente la calidad de vida. Se manifiesta como placas rojas con escamas blancas y secas, principalmente en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo, generando picazón y, a veces, dolor.

Aunque es más reconocida por su manifestación cutánea, tiene repercusiones en el sistema inmune y en diversas áreas del cuerpo. Puede presentarse en cualquier individuo, independientemente del género o edad. La psoriasis es una patología de distribución universal que afecta a entre el 1% y el 3% de la población, según estimaciones de estudios oficiales.

Aunque no existe predominio de sexo -afecta por igual a hombres que a mujeres-, es más común en la raza blanca. Suele aparecer entre los 15 y los 35 años, aunque también puede afectar a niños y a personas mayores.

Existen varios tipos de psoriasis:

  • Psoriasis vulgar (en placas). Es la más frecuente. El 90% de los adultos afectados presenta esta variante que se caracteriza por la presencia de placas escamosas, rojizas, muy bien delimitadas.
  • Psoriasis gutata. En general, es muy poco frecuente, pero es la forma de presentación más habitual en niños y adolescentes (entre un 44% y un 95% de los pacientes infantiles la padecen).
  • Psoriasis eritrodérmica. Se caracteriza por la aparición, de manera gradual o aguda, de un eritema o enrojecimiento de la piel que afecta a más del 90% de la superficie corporal.
  • Variantes pustulosas. Son variantes de la psoriasis en las que se forman pústulas visibles a simple vista (pustulosis palmoplantar, acrodermatitis pustulosa, psoriasis pustulosa generalizada y psoriasis gestacional o del embarazo). Además de los síntomas cutáneos, la psoriasis viene acompañada de otras condiciones. Se estima que el 30% de las personas con psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica, causando dolor, rigidez articular e inflamación en dedos de manos y pies, complicando el movimiento. Debido a esto, a esta condición se le denomina enfermedad psoriásica, ya que no solo afecta la piel, sino también las articulaciones. Los pacientes con formas graves de la enfermedad tienen un mayor riesgo de sufrir eventos cardíacos, diabetes tipo 2 y accidentes cerebrovasculares. La educación y el conocimiento colaboran con un diagnóstico a tiempo y un tratamiento temprano. Esto sumado a su correcto cumplimiento, permiten evitar serias complicaciones, así como un mejor manejo de las mismas. Hoy el control de la enfermedad es posible porque, si bien no existe una cura, los tratamientos han evolucionado notablemente permitiendo a los pacientes una mejor calidad de vida y el camino hacia la remisión. Es importante empoderar a los pacientes a través de la educación porque deben entender que son protagonistas de su tratamiento y mejora.