Las chinches se han convertido en un auténtico suplicio para la población y en un quebradero de cabeza para las autoridades. Colegios, hoteles, cine e instalaciones públicas han sufrido infestaciones, pero también muchas viviendas.
Los lugares en los que va y viene mucha gente, donde duermen muchas personas juntas, constituyen un foco ideal para las chinches, como instalaciones turísticas, albergues, hoteles, hostales y apartamentos turísticos.
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Qué señales dejan las chinches:
Pueden esconderse en diversas áreas alrededor de la cama. Suelen estar en colchones y cojines de camas y sofás, y en las hendiduras de la madera de muebles, suelos, tablones.
La mejor manera de detectar la existencia de chinches es buscar señales físicas: Seguramente no vas a ver la chinche, pero sí manchas negras, que pueden ser excrementos o mudas, y los huevos.
Algunas manchas oscuras también pueden ser una señal.
Las medidas de prevención son la higiene, la ventilación y limpieza de las habitaciones; y en caso de picaduras, el empleo de un insecticida que en su etiquetado detalle que cubre este insecto, insistiendo sobre todo en colchones, cojines y maderas, en sus grietas.
La actividad de las chinches se concentra por la noche, las atrae nuestro calor y el dióxido de carbono que desprendemos, y suelen picar las zonas descubiertas de la piel de los brazos, las piernas y la espalda.
Para distinguir sus picaduras, hay que fijarse en que son lesiones más pequeñas, agrupadas en líneas, aplanadas y el picor es menos intenso.
