Confiar en la pareja, disfrutar de nuevas experiencias y tomar las decisiones que nos corresponden son algunas de las pautas que pueden aplicarse en este escenario.
- Evitar actuar por el miedo al abandono: Uno de los problemas que en ocasiones impide mantener el equilibrio es el temor a que la pareja nos abandone. Ahora bien, enfocar toda la atención en dicho miedo, deseando a cualquier precio que eso no pase, a menudo hace que uno se pierda a sí mismo por el camino.
- Disfrutar de nuevas experiencias ayuda a mantener el equilibrio: De la clave anterior se desprende asimismo otra reflexión. Se trata de la idea de que mantener el equilibrio es viable aún cuando las experiencias que vivamos no se hallen limitadas de forma exclusiva a las de la otra persona.
- Tomar las decisiones que a uno le corresponden: En ocasiones los conflictos tienen que ver con la presión que uno de los miembros ejerce sobre la otra persona a la hora de tomar decisiones. Es decir, habrá momentos en los que se requiera llegar a un acuerdo conjunto, pero también las elecciones por separado serán frecuentes.
- Confiar en la pareja: La confianza en la pareja es uno de los pilares fundamentales para sustentar el vínculo y mantener el equilibrio con otras parcelas en las que nos movemos.