Construido por frailes agustinos de 1550 a 1557, este edificio es una de las joyas de la arquitectura de este Pueblo Mágico, que sigue manteniéndose en pie; fue convento, fortaleza en la guerra contra los chichimecas, donde perdió gran parte de su estructura y en la actualidad es el sitio de celebración de misas.
Su entrada principal está frente a la explanada de lo que fuera el panteón del convento, aunque no hay fotografías tan antiguas, en su historia indican que la entrada era por donde hoy se encuentra el Mercado Vicente Guerrero y la Plaza Principal sería el jardín y el cementerio.
Aunque este espacio siempre había conservado su estructura de piedra, el INAH inició junto con un grupo de ciudadanos la restauración, de esta manera se integró al catálogo de sitios protegidos por este organismo
