La exposición «Los caprichos de Goya» llega al Museo Internacional del Barroco

La exposición Los caprichos de Goya, una serie de aguafuertes realizada entre 1793 y 1796 por Francisco de Goya y Lucientes, publicados por primera vez en 1799 en el Diario de Madrid, se presenta desde ahora y hasta el 5 de febrero de 2024 en el Museo Internacional del Barroco, en Puebla.

En Los caprichos, el pintor español no solo criticó con agudeza el pensamiento y la sociedad de su época, sino que también abrió nuevos caminos en la creación plástica y el goce estético. Sin duda, la calidad interpretativa y su originalidad convirtieron a esta serie de aguafuertes en una pieza clave de la historia del arte en Occidente.

En un comunicado se explica que son 80 aguafuertes, técnica de grabado en la que se emplea una solución de ácido nítrico en agua para remarcar las líneas o surcos del dibujo hecho sobre una plancha de metal, los que conforman la muestra en la ciudad de Puebla.

Manuel Romo, director general de Citibanamex, dijo en la apertura de la muestra que “esta colaboración es una muestra más de nuestro empeño por difundir el arte y la cultura, y reflejo de nuestro compromiso integral con Puebla. Confiamos en que esta relación continúe floreciendo y que el Museo Internacional del Barroco siga siendo nuestro aliado estratégico en la promoción de ambos: arte y cultura”.

Por su parte, Sergio Salomón Céspedes, gobernador de Puebla, expresó que este tipo de exposiciones contribuyen a generar paz, cordialidad y comunidad en el estado y en el país, por lo que afirmó que el gobierno estatal seguirá impulsando acciones en esta materia en favor de las y los poblanos.

Los asistentes del Museo Internacional del Barroco conocerán que Francisco José de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos, Zaragoza, España, el 30 de marzo de 1746 y que se inició en la pintura en 1759 en la Academia de Dibujo de Zaragoza dirigida por José Luzán, donde conoció al pintor Francisco Bayeu con quien estudió hasta 1770.

Tras ganar en 1784 un concurso para realizar la decoración de la Iglesia de San Francisco el Grande, consiguió retratar a la duquesa de Osuna, y por medio de ella conoció a la duquesa de Alba.

Con la fama obtenida por estos encargos, en 1789 fue nombrado pintor de cámara del rey Carlos IV, continuando su labor en la corte de José Bonaparte y de Fernando VII. Aunque su relación con la realeza fue cercana, esto no le impidió frecuentar a sus amigos liberales.

En 1824 viajó a París y se instaló en Burdeos, donde murió el 16 de abril de 1828, a los 82 años. A lo largo de su vida, Goya sufrió grandes depresiones causadas principalmente por enfermedades y por la pérdida de la capacidad auditiva.

Sus distintos estados de ánimo quedaron claramente expresados en la serie de Los caprichos, que Goya acompañó con un texto francamente atrevido para su época.

En dicho trabajo, Goya advierte al público que la temática de los grabados está dada por asuntos caprichosos, producto de su propia invención, y aseveraba que la censura de los errores y vicios humanos no solo puede ser tratada en la poesía, sino que es también objeto de la pintura. Declaró que su intención no había sido ridiculizar los defectos particulares de un individuo, sino utilizar el ridículo para aludir a la naturaleza humana.

La serie completa de los 80 aguafuertes que componen Los caprichos fue adquirida por Fomento Cultural Citibanamex y ha sido resguardada, conservada y expuesta en diversas sedes de la ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Querétaro y Tabasco, reforzando así uno de sus objetivos: acercar al público mexicano al ámbito cultural del mundo con proyectos de alta calidad artística.