- Grecia ha sufrido intensas lluvias durante la semana, calificadas como ‘inédito’ fenómeno meteorológico, las cuales han dejado 14 personas muertas
El hallazgo en las últimas horas de dos nuevos cadáveres de personas que estaban desaparecidas eleva a catorce el número de víctimas mortales por las inundaciones que ha sufrido Grecia esta semana, debido a unas intensas lluvias que las autoridades han calificado de “inédito” fenómeno meteorológico, luego que otras regiones del país han sufrido con incendios forestales.
Los dos últimos cuerpos localizados son los de un hombre de 65 años y su madre, de 88, que habían desaparecido en la región de Karditsa, la más afectada por las riadas.
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Tres personas siguen desaparecidas, entre ellas una pareja de turistas austríacos que estaba celebrando su luna de miel. Con todo, desde Protección Civil se ha indicado que no se han recibido más denuncias de personas desaparecidas.
También el cuerpo de Bomberos ha señalado que si hubiera un gran número de personas desaparecidas sus allegados habrían contactado con las autoridades, informa hoy el diario Kathimerini.
Este medio señala que sí preocupa el elevado número de trabajadores inmigrantes empleados en la agricultura, que se alojan en chozas y alojamientos improvisados, y que podrían haberse visto afectados por las riadas.
Mientras, pese a que las lluvias han remitido, preocupa el riesgo de desborde del río Peneo, cuyo caudal es mucho más elevado que los niveles de seguridad, lo que ha provocado que se haya ordenado la evacuación de varios núcleos urbanos a lo largo de sus orillas.
La televisión pública ERT informa de que desde el pasado martes un total de 4,250 personas han sido rescatadas, según datos del cuerpo de Bomberos.
El ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias, ha calificado de “inédito” la intensidad de las precipitaciones y calificó de “enormes” los daños en las infraestructuras.
El profesor de Gestión de Desastres Naturales de la Universidad de Atenas, Efthimios Lekkas, señaló el pasado viernes 8 de septiembre a la emisora pública ERT que los daños podrían superar los mil millones de euros.
Además de la infraestructura, la catástrofe es también un duro golpe para la agricultura helena, ya que en las áreas damnificadas se encuentra el mayor campo de cultivos del país.