Mitos de la sexualidad masculina que no debes creer

Durante el aprendizaje sobre temas sexuales, es muy probable que tanto hombres como mujeres hayan escuchado diversas especulaciones sin sustento.

En el caso de los varones, la exigencia de estar siempre dispuestos al sexo y las causas de la disfunción eréctil son algunos de los mitos más frecuentes sobre la sexualidad masculina.

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El sexo biológico, el género y la sexualidad son temas rodeados de tabúes.

Es común que la información y los mitos se confundan. Se trata de una cuestión central en el crecimiento y la formación identitaria de las personas, por lo que la influencia de estas falsas creencias puede resultar muy dañina.

1. La disfunción eréctil ocurre solo en personas mayores: Esta cuestión, vinculada a los mayores de 50 años, también puede responder a factores psicológicos.

De hecho, son la principal razón por la que los varones jóvenes sufren disfunción eréctil.

La ansiedad y la presión al momento de tener relaciones, la falta conexión emocional o el consumo de alcohol son motivos comunes de disfunción eréctil en menores de 30.

2. La erección siempre responde a la excitación: Una falsa creencia muy arraigada es que las erecciones se encuentran únicamente vinculadas a la excitación sexual. No obstante, existen procesos neurovasculares que generan estímulos y reflejos causantes de erecciones. Uno de los más comunes ocurre al despertarse.

3. El tamaño importa: Tal vez el mito de la sexualidad masculina más divulgado corresponda al tamaño del pene. La exigencia de una cierta medida produce complejos que tienen efectos negativos sobre la autoestima y el desempeño sexual.

Sin embargo, tanto a nivel biológico como psicológico, el placer sexual no depende del tamaño.

Los puntos más sensibles de la vagina se ubican en el tercio exterior, es decir, no requieren una gran profundidad para ser alcanzados.

Además, generar una conexión y un entendimiento con la otra persona durante el acto sexual también interviene en la sensación de placer.

4. Los hombres deben estar siempre dispuestos: Si una mujer tiene deseo sexual y un hombre no, el mito sugiere que es un problema.

La disposición absoluta forma parte de la identidad masculina, se vincula con la virilidad y la fortaleza. Pero existen numerosas razones por las que un hombre puede no tener deseo.

5. Masturbarse causa infertilidad: La evidencia científica demuestra que la masturbación no tiene efectos negativos físicos ni psicológicos. Por el contrario, es una práctica de autoconocimiento y satisfacción.

Sí es posible que masturbarse previo a tener relaciones sexuales pueda afectar el rendimiento. Esto tiene que ver con el periodo refractario, un tiempo de espera que el hombre tiene entre eyaculaciones. No obstante, en personas jóvenes es un lapso corto, que varía según el estado físico y de salud general.

6. La eyaculación como única instancia de placer: Está claro que la eyaculación es una de las instancias más placenteras del sexo.

Sin embargo, no determina el acto total de la relación.

Es posible tener una relación sexual placentera sin llegar al orgasmo o a la eyaculación. Por otro lado, se suele vincular la virilidad con la cantidad de semen, cuando no existe relación entre la potencia sexual y dicha cantidad. Se trata de un mito muy divulgado por la pornografía.

7. Los hombres no tienen punto G: El punto G suele asociarse a la vagina. No hay datos rotundos que certifiquen su existencia como tal, sin embargo, en los hombres también habría una zona similar de hiperestimulación y se encontraría cerca de la glándula prostática.