La sexualidad no es una mera función biológica y reproductiva, sino que está también muy ligada a la psicología y a la esfera social del ser humano. Esta es una parte importante de quienes somos; una que debemos cuidar si deseamos vivir en plenitud. Por ello, más allá de las prácticas sexuales, es necesario llevar a cabo un proceso de reflexión e introspección que nos permita descubrirnos en este aspecto: es el autoconocimiento sexual.
Con frecuencia, nos sumergimos en la sexualidad guiados por la inercia, por lo que creemos que debe ser y desconectados de nuestras reales preferencias y sensaciones.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
Esto puede derivar en disfunciones sexuales, insatisfacción personal y de pareja, e incluso en conductas de riesgo.
A fin de que esto no ocurra, te proponemos algunas claves de autodescubrimiento.
¿Qué es el autoconocimiento sexual?: Este término hace referencia a todo lo que sabemos (o deberíamos saber) sobre nosotros mismos con respecto a nuestra sexualidad.
Cómo somos en este ámbito, qué necesitamos, qué nos gusta, cuáles son nuestras preferencias y ritmos, qué pensamos y sentimos al respecto, cómo nos desenvolvemos y qué podríamos hacer para vivir una sexualidad más plena.
Explora tu anatomía: Un paso fundamental consiste en conocer a profundidad el cuerpo, sus partes y las funciones de cada una de ellas.
Aunque no lo parezca, hay muchas personas que no saben lo suficiente sobre su anatomía. Esto puede comprometer su disfrute.
Mirarse en el espejo, autoexplorarse o educarse con información de fuentes fiables es muy necesario. Además, hay pequeños gestos y rutinas que nos ayudan a aumentar la consciencia corporal, a conectar y a sentirnos más confiados en nuestra piel. Por ejemplo, los masajes, los estiramientos o el baile.