- El documental retratá lo que el mítico edificio significó para Austria durante la vida de Hitler
La historia de la casa natal de Hitler como símbolo de que Austria no ha confrontado su pasado nazi es el eje de un documental en el que el cineasta austríaco Günter Schwaiger denuncia que el uso final que se dará al edificio tras años de debate, una comisaría de Policía, cumple el deseo del dictador.
Con “¿Quién teme al pueblo de Hitler?”, el director, afincado desde hace años en España, plantea que los políticos y la sociedad austríaca en su conjunto no han asumido aún su papel de perpetradores, colaboradores y simpatizantes del régimen nazi.
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“Esta casa es para mí un símbolo de nuestra historia de perpetradores”, señala el cineasta.
“En la década de 1980 y 1990 Austria empezó a reconocer su implicación en los crímenes nazis, pero eso solo se hizo en relación a las víctimas. (…) Lo que no se hizo hasta ahora es enfrentarse a nuestro pasado de verdugos, de simpatizantes, y cómo eso nos afecta al presente”, señala el cineasta a EFE en Viena.
Adolf Hitler nació en Braunau am Inn el 20 de abril de 1889 en una casa en la que residió poco tiempo. De hecho, la familia abandonó el pueblo cuando el futuro dictador tenía tres años.
Desde 1972 hasta finales de 2016, cuando fue expropiada, el Estado la alquilaba para evitar que se convirtiera en un lugar que ensalzara a Hitler y atrajera a neonazis.
Hasta 2011 acogió una tienda-taller de una organización para discapacitados que tuvo que abandonar el lugar porque la propietaria se negó a adaptar el edificio a sus necesidades.
La casa está vacía desde aquel año, y durante mucho tiempo se discutió si destinar el edificio a un uso caritativo-social o administrativo.
En 2019, el Ministerio del Interior anunció que acogería una comisaria de Policía, una decisión que fue muy contestada en Austria y por los vecinos de Braunau, y que el documental denuncia que no hace más que cumplir lo que Hitler quería para el edificio.
Durante el rodaje, el director localizó un artículo publicado en un diario local en mayo de 1939 en el que se menciona que Hitler había puesto la casa a disposición de las autoridades locales nazis de Braunau y que su deseo era que se le diera un uso administrativo.
Tanto el director del filme como el historiador Florian Kotanko, experto en la historia de la casa, mantienen que convertir el edificio en una comisaría supone cumplir ese deseo.
“Por desgracia, tengo que decir, eso es exactamente lo que Adolf Hitler quería”, indicó Schwaiger a preguntas de EFE durante la presentación a los medios de su documental.