Las mujeres viven más que los hombres, de media unos 5,5 años.
Esta diferencia se explica por factores genéticos y ambientales, relacionados con los hábitos de vida.
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Sin embargo, la variación en estas rutinas puede traer consigo en los próximos años una igualación en la esperanza de vida para ambos sexos.
Analizamos qué puede aprender un sexo del otro para vivir más años y con más calidad de vida.
1. La protección de los estrógenos: Los estrógenos son, junto con la progesterona, las principales hormonas sexuales femeninas, con funciones como la preparación de la fecundación y la estimulación de la líbido, pero que también influyen en el metabolismo de las grasas y el colesterol de la sangre, favoreciendo la relajación de las paredes de los vasos sanguíneos y disminuyendo la presión arterial, mediando a la vez en la distribución de la grasa corporal.
2. Hábitos de vida: La mayor esperanza de vida de las mujeres se explica también por hábitos de vida que, tradicionalmente, han sido más saludables, con menores índices de sustancias tóxicas, como tabaco y alcohol, así como de consumo de drogas, que los hombres, explica Miguel Ángel Acosta.
3. Viven más pero con peor calidad de vida en los años finales: Otro aspecto significativo se refiere al hecho de que las mujeres viven más, pero con una peor calidad de vida en sus últimos años y más tiempo en situación de dependencia.
Esto es debido en parte a que los eventos cardiovasculares cuando se producen resultan en mayor medida fulminantes en los varones, indica Miguel Ángel Acosta, mientras que el índice de fallecimiento inmediato es menor en el caso de las mujeres pero viven con secuelas crónicas en esos años posteriores al evento.
4. Más predisposición a consultar y pedir ayuda: Otro factor que contribuye a explicar la mayor esperanza de vida de las mujeres y del que los hombres podrían tomar ejemplo, según explica Acosta, es la mayor predisposición de la población femenina a acudir al médico en caso de malestar o determinada sintomatología.
“Al hombre le cuesta mucho más pedir ayuda, sobre todo, si el malestar es de tipo psíquico”.