Peleaba por el oro, pero campeona olímpica se cayó en los últimos metros

Gudaf Tsegay lideró un podio 100 por ciento etíope en los 10 mil metros del Mundial de Atletismo de Budapest, donde la estrella neerlandesa Sifan Hassan sufrió una caída en los últimos metros cuando estaba peleando por la medalla de oro.

Tsegay terminó la prueba con un tiempo de 31 minutos, 27 segundos y 18 centésimas, por delante de sus compatriotas Letesenbet Gidey (31:28.16), plata, y Ejgayehu Taye (31:28.31), bronce.

Para Tsegay es su segundo título mundial, después del éxito en los 5000 metros en el Mundial de Eugene en 2022.

Gidey, plusmarquista mundial, fue la campeona de los 10 mil metros en esa cita del año pasado y ahora se vio destronada, teniendo que conformarse con la segunda posición.

Después de una carrera táctica y especialmente lenta en su primera mitad, las etíopes y luego las kenianas aceleraron el ritmo, vuelta a vuelta, dejando un pelotón de cabeza de una decena de corredoras para las dos últimas vueltas de pista.

Sifan Hassan, que había pasado la totalidad de la prueba en un segundo plano, incrementó bruscamente el ritmo a 300 metros de la meta, seguida de Tsegay y Gidey.

La neerlandesa, campeona olímpica de esta prueba, se encontró codo a codo con Tsegay en la última recta y a veinte metros del final se cayó, terminando undécima, después de pequeños contactos con su rival.

Pese a la caída, Sifan Hassan conservó la sonrisa en la meta, antes de dirigirse a la zona mixta. Afrontaba este Mundial con el sueño de un triplete de oros 1500-5000-10000 metros, una posibilidad que se esfuma ya a las primeras de cambio.

Las representantes latinoamericanas en la final quedaron en las últimas posiciones.
La peruana Luz Mery Rojas fue decimonovena (33:19.61) y la brasileña Maria Lucineida Da Silva (33:54.18) vigesimoprimera y última entre las corredoras que terminaron la prueba.