Dos fragmentos de los Fasti Ostienses, unas losas de mármol con inscripciones que relataban noticias de la antigua Roma, han sido hallados en las excavaciones del Parque Arqueológico de la Antigua Ostia (cerca de la capital) y en uno de ellos se relatan hechos de la época del emperador Adriano, en el año 128.
Tras cruzar la información de este fragmento con la procedente de otras fuentes “literarias, epigráficas y numismáticas” se ha podido establecer que la inscripción “muestra que el 10 de enero del 128 de enero Adriano asumió el título de pater patriae y su esposa Sabina el de Augusta”, explicó el ministerio de Cultura.
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Para celebrar esos títulos, el emperador ofreció al pueblo una donación de dinero (Congiar Dedit dice la inscripción) y a su regreso de África, a donde había partido el 11 de abril de ese año, consagró (Consecravit) entre finales de julio y principios de agosto consagró (Consecravit, reza la inscripción) un templo en la ciudad.
Ese templo podría ser el Panteón o más probablemente el Templo de Venus y Roma, se explica un comunicado.
“Se trata de un descubrimiento extraordinario que aumenta y completa lo que sabemos sobre la actividad del gran emperador Adriano, aportando nuevas adquisiciones sobre la importantísima actividad constructora que llevó a cabo en Roma”, declarado el Director del Parque Arqueológico de la Antigua Ostia, Alessandro D’Alessio.
El hallazgo se produjo en la segunda campaña de excavaciones del Parque, en el que colaboran la Universidad de Catania y la Universidad Politécnica de Bari, en el área del Foro de Porta Marina, un gran edificio rectangular, porticado en tres lados y con una sala absidal pavimentado originalmente en “opus sectile” o con losas de mármol de diferentes colores.
Esta campaña “proporciona tesoros y fuentes documentales de incalculable valor para comprender las actividades del gran emperador Adriano” y “permite desvelar piezas importantes de la vida de Ostia y de la capital”, además de “sacar a la luz los restos de varias decoraciones y amplias porciones de suelos de mosaico que pronto serán visibles para el público”, resaltó el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano.
Los Fasti Ostienses son una especie de crónicas grabadas sobre losas de mármol, que contienen valiosa información sobre la historia política y monumental de Roma y Ostia y cuya redacción estaba a cargo del pontifex Volcani, la máxima autoridad religiosa local.
Además de los dos fragmentos, las excavaciones han sacado a la luz algunas nuevas salas de la Domus de Apuleyo, la zona sagrada de los Cuatro Templos y el antiguo curso del Tíber, con objetos de cerámica y mármol, así como la decoración pictórica y de estuco original, además de amplios restos de mosaicos en blanco y negro.