Cómo medir la productividad de los empleados

El éxito de un negocio está ligado a la productividad laboral, un término que tiene que ver con la eficiencia. Es decir, la capacidad de conseguir los objetivos en menos tiempo, con ahorro de recursos y sin desmejorar la calidad del servicio o producto.

Cualquier empresa debería medir la productividad de sus empleados, pues esto incide en el crecimiento de la economía del negocio.   

¿Qué puede afectar a la productividad laboral?

Son varios los factores que pueden incidir en la poca productividad de una empresa. Aunque parezca contradictorio, aumentar la productividad no equivale a establecer jornadas agotadoras de trabajo. Es más, las jornadas laborales que exceden a las 10 horas pueden ocasionar agotamiento laboral, aunque se pague el tiempo excedido, que son las horas extra triples pagadas por las empresas.  

Otro factor que puede afectar la productividad laboral es la falta de capacitación del capital humano. Cuando un equipo de trabajo no tiene la formación adecuada para llevar a cabo sus funciones, o no está al día con las nuevas herramientas, genera un retraso en los objetivos de la empresa. También, la inadecuada distribución de las tareas puede sobrecargar a algunos trabajadores y disminuir su productividad laboral.

Por otro lado, el ambiente laboral tiene una gran influencia en el rendimiento de los trabajadores. Fallas en la comunicación entre compañeros de trabajo, en el liderazgo o en la resolución de conflictos puede desmotivar a los empleados e impedir el crecimiento laboral. Por último, un factor que no contribuirá a la motivación del empleado es la falta de promoción o la inadecuada remuneración de los mismos.  

Medición de la productividad laboral

Una empresa puede medir la productividad de sus trabajadores de dos maneras básicas: cuantificando la productividad o realizando una evaluación cualitativa. Por ejemplo, es posible medir cuánto produce un trabajador en determinado período de tiempo, en la cantidad de ventas realizadas o los ingresos generados en la jornada laboral.

La medición de la productividad laboral también puede hacerse en función de los objetivos propuestos. En este caso, al trabajador se le ha asignado una tarea y se evalúa si ha cumplido con la misma o no. También se puede evaluar al medir la satisfacción de los clientes con el servicio prestado, a través de una encuesta de opinión.

Por supuesto, antes de comenzar a medir la productividad laboral, es necesario establecer cuáles son los objetivos estándares. Además, es importante destacar que para medir la productividad es preciso conocer más que la cantidad de trabajo realizado. Identificar la calidad de los resultados objetivos es imprescindible para lograr una medición justa de la productividad del capital humano.

Todas las empresas deben, de forma periódica, medir la productividad de su plantilla laboral. Es preciso evaluar las capacidades de los trabajadores, además del tiempo y los recursos que invierte para conseguir sus tareas. Para saber si un trabajador ha sido productivo, es preciso comparar los resultados obtenidos en la medición actual, con los resultados de previas evaluaciones.

Medir la productividad de los empleados permite hacer la identificación de fortalezas y debilidades de la empresa. Esta información contribuye a crear estrategias de mejoras en la capacitación del personal, optimización de recursos y gestión de la plantilla laboral. De esta manera, asegurar el verdadero éxito en el negocio.