Las relaciones sexuales después del parto con un tema tabú del que poco se habla, pero en realidad este proceso puede resultar extremadamente difícil y doloroso para millones de mujeres en mundo.
La intimidad sexual es un aspecto esencial de cualquier relación sana, pero puede ser un tema del que los padres primerizos se sientan incómodos hablando.
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Aunque el embarazo puede afectar a la actividad sexual, muchas parejas se sorprenden de los cambios que se producen después del parto.
Es importante que los padres primerizos sepan cómo será el sexo después del parto para asegurarse de que pueden mantener una fuerte conexión física con su pareja. Por eso, LELO (marca especialista en juguetes sexuales), ha preparado una serie de consejos sobre este tema y sobre lo que cabe esperar.
Dar a luz es una experiencia física importante que provoca muchos cambios en el cuerpo de la mujer. El periodo posparto es el momento en que el cuerpo vuelve a su estado anterior previo al embarazo y puede ser especialmente difícil.
Aunque sólo temporalmente, un parto vaginal puede hacer que disminuya el tono muscular de la vagina. Esto afectará la cantidad de fricción que la mujer sentirá al tener relaciones sexuales donde haya penetración.
Lo que a su vez afectará a la estimulación que reciba durante el sexo
Una forma de evitarlo es mantener los músculos del suelo pélvico o de Kegel antes o después del parto. Para ello, puedes utilizar un aparato de ejercicios para el suelo pélvico que te ayudará a trabajar de forma más eficaz este conjunto de músculos que a menudo se pasa por alto, o bien puedes ejercitar los músculos de Kegel de forma manual.
Además de los cambios físicos, los padres primerizos pueden experimentar cambios emocionales que pueden afectar a su intimidad sexual.
Es habitual que las madres se sientan abrumadas, agotadas y acomplejadas por su cuerpo después del parto. Esto puede provocar una disminución del deseo sexual y una reticencia a mantener relaciones sexuales.
Los padres primerizos también pueden experimentar cambios emocionales, como ansiedad y estrés, a medida que afrontan su nuevo papel como padres.
Como ya hemos dicho, en las semanas o incluso meses posteriores al parto, es posible que la libido disminuya.
Esto se debe a los cambios hormonales, así como al hecho de que es probable que estés agotada y quizás un poco abrumada, porque la maternidad es una tarea importante que consume mucha de la energía emocional que de otro modo estarías utilizando en otra parte.
Dependiendo del método que elijas para dar a luz, tu cuerpo necesita tiempo para curarse: tomarte un tiempo entre el parto y las relaciones sexuales permitirá que el cuello del útero se cierre por completo y que cicatricen los posibles desgarros y laceraciones.
El sexo después del parto es un tema complejo que implica cambios tanto físicos como emocionales. Es importante que los padres primerizos sean pacientes consigo mismos y con el otro mientras se adaptan a sus nuevos roles.
Aparte del sexo y la intimidad, este es un nuevo y emocionante capítulo de tu vida que acaba de empezar.
Aunque el sexo no forme parte de tu estado mental justo después de la llegada del bebé, recuerda que el tiempo es tu mejor amigo y que las cosas volverán pronto a la normalidad.