- Aunque no lo creamos, nuestro cuerpo se formó hace cientos de años y todo lo que nos rodea está hecho de polvo de estrellas
Alguna vez el famosísimo cosmólogo, astrónomo y divulgador de la ciencia estadounidense, Carl Sagan nos anunció una verdad que cambiaría por siempre la forma en la que nos vemos a nosotros mismos, “somos polvo de estrellas.
Y es que aunque parezca increíble, los átomos que conforman nuestro organismo nacieron en el interior de una estrella. A propósito de esto, y para dar un poco de claridad en el tema otro científico notable llamado Harlow Shapely dijo al respecto.
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“Los seres orgánicos, que nos hacemos llamar humanos estamos hechos de la misma materia que las estrellas.”
Y no solo las y los humanos también los paisajes, la metería y cada rincón que rodea la existencia, incluso nuestra casa, el planeta Tierra se formó de este polvo astral.
De hecho, todo lo que concebimos se formó a la par del universo y no, no es autoayuda, es una verdad comprobada.
Polvo de estrellas y los elementos
Empecemos por el principio, como seguro recuerdan de su clase de química en la secundaria, existe algo que conocemos como Tabla periódica, se trata de un grupo de elementos que no se pueden descomponer en materias simples; o sea son componentes puros.
Dichos elementos se acompañan de un numerito que simboliza la proporción de protones que giran en torno al núcleo de un átomo.
Es decir pequeños universos miniaturas que tienen sus propias reglas de atracción y gravedad.
¿Pero esto que tiene que ver? Hace 14 mil millones de años sucedió una gran explosión conocida como el Big Bang.
El estallido fue la responsable de crear el universo como lo conocemos ahora y ahí entre los gases, el calor y el bullicio se juntaron tres elementos conocidos como ligeros; el hidrógeno, una porción pequeña de litio y mucho helio.
Estos materiales entraron en combustión y así se formaron las primeras estrellas. Un grupo de entes masivos (60 veces más grandes que el Sol) que en su interior formaron una explosión nuclear, capaz de fusionar átomos y a su vez crear nuevos elementos.
Estos primeros ejemplares cósmicos contaban con su propia gravedad y tenían un combustible que se fue consumiendo rápido por las grandes dimensiones que tenían.
Y aunque se cree que tuvieron una vida corta –es decir que sus procesos nucleares concluyeron y se les terminó combustible– su colapso. Conocido como supernova, no impidió que tuvieran la capacidad de producir elementos nuevos y que estos fueran liberados al cosmos en forma de polvo.
¿Cómo llegó el polvo de estrellas a nosotros?
La supernova o explosión de estrellas es una especie de fábrica de elementos puros. Esto se explica porque antes del colapso de un astro, el núcleo puede llegar a temperaturas verdaderamente altas que generan una fusión entre elementos, para crear nuevos.
En ese sentido, la unión del carbono y del helio generó el oxígeno, y así una gran parte de elementos que gracias a la expansión del universo tras la explosión del Big Bang, llegaron a la Tierra y formaron la vida.
Así se creó, por ejemplo el cuerpo humano que para funcionar requiere: fósforo, calcio, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno. Muchos de estos elementos llegaron tras la explosión de las estrellas y representan al menos 90% de nuestro peso. Por su parte, en lo que se refiere peso atómico, el polvo estelar es el 35%.
Ahora que sabemos que todo es polvo de estrellas, vale la pena leer y aprender sobre el pensamiento de Carl Sagan ese científico, amante de la ciencia y unas de las voces astronómicas más relevantes del mundo.