En Cajeme, una de las regiones más violentas del país, al menos 36 agentes de la Policía Municipal han renunciado en las últimas semanas a la corporación debido a bajos salarios, falta de equipamiento y hostigamiento por parte de los mandos, denunció José Trinidad Gil Salazar, presidente de la Unión de Gendarmes en Cajeme, municipio conformado por Ciudad Obregón y el Valle del Yaqui.
Además de las pésimas condiciones laborales, también están las ejecuciones y desapariciones de oficiales de la policía perpetradas por grupos criminales, en lo que va del año tres agentes han sido asesinados a balazos y el pasado viernes, tres hermanos que pertenecían a la corporación de Seguridad Pública fueron levantados por un convoy de hombres armados desde una fiesta familiar que se desarrollaba en la comisaría de Pueblo Yaqui.
Es muy lamentable lo que está ocurriendo en cuestiones laborales en Seguridad Pública, porque hay hostigamiento, nos citan a comparecer por manifestarnos pacíficamente para exigir aumentos de sueldo, mejores servicios médicos y uniformes”, denunció el policía Gil Salazar quien tiene más de 20 años en la corporación.
El representante de la Unión de Gendarmes en Cajeme, aseguró que con más de dos décadas de servicio, él gana apenas nueve mil 100 pesos al mes, mientras que la mayoría de los policías gana un salario de apenas tres mil 800 pesos al mes; cuando el discurso oficial es que los oficiales de Seguridad Pública Municipal deberían ganar, al menos, 16 mil pesos mensuales.
