Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, descartó formalmente el pasado jueves 22 de junio, que la encuesta para elegir al llamado coordinador o coordinadora de los trabajos de defensa de la cuarta transformación pudiera realizarse en el extranjero y su argumento central fue que “será presencial, casa por casa, sólo en las 32 entidades del país”. Ósea, así de golpe y porrazo, el señor determinó bajo un argumento procedimental cerrar la puerta a los migrantes mexicanos.
La encuesta de Morena definirá, con mucha probabilidad, a quien será el próximo presidente de México. Por tanto, parece inaudito que quien encabeza al partido en el gobierno no pueda sostener con argumentos más sólidos alguna explicación de sus razones para marginar a los millones de mexicanos que tienen derechos políticos para participar en las decisiones del rumbo de la nación.
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Todos reconocemos lo que las remesas significan para la economía del país y el presidente Andrés Manuel López Obrador lo señala reiteradamente en las conferencias mañaneras. Antes de esta declaración, posicionamiento y/o decisión del señor Mario Delgado hubiéramos podido decir que nadie sería capaz de negar la importancia de la comunidad mexicana que vive en el exterior y mucho menos de la que reside en Estados Unidos de Norteamérica, pero, como dice el dicho “nunca falta un prietito en el arroz” y ese es Mario Delgado.
Para la memoria del dirigente de Morena, para su valoración y para el análisis colectivo creo que es útil por lo menos considerar lo que dice el INEGI. Esa institución estima que la población mexicana residente en el territorio nacional somos alrededor de 126 millones (hacia 2020) y que la población mexicana nacida en México pero que emigró al extranjero, prácticamente en su totalidad a Estados Unidos son 11.7 millones.
A estos hay que sumar la población mexicana nacida en el extranjero, primera generación y que rondan en el número de 13.5 millones y la población mexicana ya nacida en el extranjero, de segunda y sucesivas generaciones estimada en 12 millones. Finalmente, a estas cantidades, hay que añadir a la población mexicana por naturalización, aproximadamente 100 mil personas.
De esta manera, al llegar al primer cuarto del siglo XXI las dimensiones sociales de la nación mexicana equivalen a 163 millones de personas, aproximadamente, con una composición transterritorial: vale decir, la nación se reproduce simultáneamente dentro y fuera del territorio del país. El dato es que más de 36 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, más de la tercera parte de la Nación, se quedará fuera de la encuesta de Morena.
Por si eso fuera poco, Mario Delgado se excusa con el argumento de que “el método lo decidió AMLO”. Si bien es cierto desde hace ya mucho tiempo muchas voces calificadas le han dado una dimensión muy menor al señor Mario Delgado, la pregunta es si en su calidad de presidente del partido mayoritario que gobierna la gran mayoría de los estados; que manda en el Congreso Federal y en gran parte de los Congresos Locales; y que gobierna muchísimos municipios que son expulsores de migrantes y que son beneficiarios de las remesas que los paisanos envían mes a mes, no tuvo tan siquiera la iniciativa de proponer que se les consultara a los migrantes. Es pregunta.
Porque parece un error histórico marginar a los migrantes de la encuesta de Morena. Es como darse un balazo en un pie y veamos porqué. Por un lado son los migrantes los que sostienen de manera importante la economía del país (de acuerdo al Reporte Analítico del Banco de México se marcó una nueva cifra récord de remesas enviadas de Estados Unidos significando 58,497 millones de dólares, con un crecimiento de 13.4% respecto al año anterior).
Y también por el lado político es un error garrafal del señor Mario Delgado porque parece olvidarse que en la elección presidencial pasada celebrada en 2018 Andrés Manuel López Obrador obtuvo el 65% de los votos que se emitieron en el extranjero. Entonces, alguien debe dar una explicación.
Analicemos otro frente posible. Siendo que toda la cargada oficial, todos los recursos y alineamientos políticos habidos y por haber se concentraron durante más de año y medio para ayudar y tratar de apuntalar a “la favorita” y en ese contexto Mario Delgado fue parte central para que el “piso estuviera muy disparejo” (en vez del piso parejo demandado) participando sin recato como un aplaudidor más en los eventos de la ex jefa de gobierno de la CDMX.
Entonces, y para no pecar de ilusos, tendremos que pensar que la negativa para que participen los migrantes en la encuesta de Morena tiene las perversas intenciones de evitar que haya una preferencia contundente a favor de Marcelo Ebrard Casaubon por parte de los mexicanos que viven en los Estados Unidos.
La única “Corcholata” que ha visto por los migrantes y por toda la Nación mexicana que vive en el exterior es el excanciller Marcelo Ebrard. El único que ha hecho trabajo para proteger a los migrantes y el único que ha realizado un esfuerzo para que la nación que vive allende las fronteras pueda ejercer sus derechos políticos a plenitud es Marcelo Ebrard. La comunidad migrante es aguerrida y persistente. Lucharán por sus derechos y cobrarán la factura a Mario Delgado por la exclusión. Al tiempo.