En primer lugar, las personas con un grado alto de narcisismo sexual suelen ser muy competentes en el arte de la seducción. Generalmente, dotados de una buena apariencia física, capacidad dialéctica y, en apariencia, atentos y cariñosos con los demás. Sobre todo, con quienes no les conocen muy bien.
Otra de las características del narcisismo sexual es que en un primer momento las personas que lo posee pueden resultar muy atractivas.
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De esta manera, su apariencia, confianza en sí mismas, sus acciones decididas… pueden agradar a quienes les rodean. Sobre todo a aquellas con un perfil más dependiente o con baja autoestima.
Hoy en día, sabemos que los narcisistas sexuales aparentan una falsa sensación de competencia o de la valía personal.
De hecho, el estar tan centrados en sí mismos, hace que sea imposible que se centren en los demás. De esta manera, no se pondrán nunca en el lugar de otros, pueden ser muy insensibles y carecer de empatía.
El otro lado del narcisismo sexual cuando alguien cae en las garras del narcisista sexual, al principio todo son buenos momentos, risas y momentos de placer.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la víctima descubre que las cosas no van bien. De repente descubre el otro lado del narcisismo sexual.
Con el tiempo, aquel seductor te va dejando un vacío cada vez más grande. Con respecto a los encuentros sexuales, solo se dan cuando esta persona quiere, y de la forma que quiere.
Además, no se preocupa de las necesidades sexuales de su pareja. De esta manera, lo que antes era pasión, ahora es sufrimiento.
En resumen, las relaciones sexuales derivan casi, o totalmente, en algo humillante.
Llegados a este caso podrás reprochar la actitud propia de la persona con narcisismo sexual, pero nunca reconocerá sus errores o su falta de empatía.
Por el contrario, podría llegar a defenderse con frases como estas:
En resumen, siempre echará la culpa al otro, y nunca asumirá su responsabilidad o la posibilidad de estar equivocado en sus argumentos.
Esto es especialmente grave, porque en el sexo, gran parte de nuestra satisfacción está en saber satisfacer al otro. Los narcisistas sexuales carecen de interés para satisfacer a su pareja.
El sexo se convierte en un castigo
El sexo es un elemento peligroso cuando entra en las relaciones de poder de la pareja.
En este sentido, las personas con narcisismo sexual van a utilizar el sexo como arma.
De esta manera, si quieren castigar a la pareja -por el motivo que sea- pueden utilizar la sexualidad para hacerlo.
Así, el acceso de nuevo a las relaciones sexuales puede ser bajo las condiciones que el narcisista sexual imponga.
Por encima de todo, va a evitar mantener un vínculo sólido con la pareja para protegerse emocionalmente ante una posible ruptura o abandono.
Cada vez más, el eje de la relación gira entorno a las relaciones sexuales. Relaciones, por ciento, que no suelen ser nada satisfactorias.