El mexicano Jaime Munguía se impuso por decisión unánime en una guerra al ucraniano Sergiy Derevyanchenko en el combate estelar de la velada disputada en el Toyota Arena, Ontario.
El primer asalto fue espectacular y lleno de acción. Munguía le conectó con una gran mano y fue con todo, en ese momento el ucraniano le respondió con una gran contra que sintió el mexicano y desde ese momento los dos se dieron con todo.
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En el segundo, tras un comienzo lento, los dos púgiles volvieron a entrar en una guerra de golpes con un ritmo de combate altísimo. Ninguno de los dos se dejaba nada y se arriesgaba a acabar noqueado.
En el tercer asalto, en el último minuto, Derevyanchenko le conecta contra las cuerdas al mexicano y tras aceptar el castigo responde con un ataque.
Munguía en el cuarto tomó el control del combate, conectó al ucraniano buscando la distancia y evitó esos ataques alocados de Derevyanchenko.
En el quinto Munguía se equivoca y entra en los intercambios de golpes.
Derevyanchenko le llega con fuertes manos y deja al borde del nocaut.
El ucraniano le da con todo, pero el mexicano logra sobrevivir agarrándose y demostrando un gran encaje.
Quedó demostrado que Munguía salía perdiendo en una guerra de intercambios.
En cuanto llegaba con una buena mano a Derevyanchenko iba en busca del nocaut y era el momento en donde este respondía con contras que dejaban tocado al mexicano.
Derevyanchenko aguantaba todo lo que le tiraba Munguía, demostró una.
El combate seguía con la misma tónica, asaltos parejos con dominios alternos.
En el último asalto, Munguía por fin mandó al piso al bravo ucraniano con un golpe al hígado.
Derevyanchenko se levantó muy tocado, pero el mexicano no logró noquearlo cuando no se tenía en pie.
La caída acabó siendo decisiva para la victoria de Munguía que ganó por un ajustado 115-112, 114-113 y 114-113.
Munguía y Derevyanchenko protagonizaron una de las peleas candidatas a la mejor del año.
