El dolor crónico es un problema de salud que contribuye a discapacidad y a pérdidas económicas substanciales. El dolor neuropático como el que ocurre subsecuente a apoplejía o a miembro fantasma, es particularmente refractario a tratamiento.
El contar con biomarcadores objetivos para dolor crónico potencialmente ayudan a diagnosticar y clasificar las bases y tipo de dolor (inflamatorio, miofascial y neuropático), además de que pudieran predecir respuesta a tratamiento.
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Para la caracterización del dolor podemos contar con electroencefalografía y resonancia magnética funcional.
El procesamiento del dolor crónico se realiza en la corteza frontal medial, que determina e integra las dimensiones somatosensoriales, afectivas y cognitivas.
La corteza cingular anterior, se encuentra implicada en procesamiento afectivo y emocional del dolor agudo y crónico; muchas otras regiones son importantes para las redes del dolor funcional y su percepción, como amígdala, ínsula y estriato ventral.
La corteza orbito-frontal modifica conducta particularmente en pacientes deprimidos y gradifica el dolor.
Declinación de fertilidad mundial
(Mburu G et al. BMJ Glob Health. 2023; 8(4): e012322. doi: 10.1136/bmjgh-2023-012322)
De manera general, a nivel mundial, hemos observado declinación en la tasa de fertilidad; en 2021, la fertilidad global era en promedio de 2.3 nacimientos por mujer, con el historial de 5 nacimientos por mujer en 1950 y de predicción a 2.1 en 2050.
La Organización Mundial de la Salud, publicó recientemente que una de cada 6 personas es infértil en algún momento de su vida y que actualmente los deseos de fertilidad son subóptimos.
Preocupante la baja tasa de fertilidad en Corea del Sur
(Cantú E. New York Times mayo 26, 2023)
Corea del Sur está en problemas.
El país tiene la tasa de fertilidad más baja del mundo desde hace algunos años, lo que pone en serios aprietos a sus perspectivas económicas.
Aunque desde hace tiempo el gobierno ofrece subsidios mensuales a las familias con hijos, no ha logrado resolver la crisis demográfica.
Hay una serie de motivos: además de ser un país con un costo de vida prohibitivo, Corea del Sur registra tasas elevadas de discriminación laboral y violencia que ponen a las mujeres en desventaja.
Esto ha derivado en que muchas surcoreanas hayan emprendido una especie de huelga de maternidad y se rehúsan a tener hijos.
Además, muchos espacios públicos del país están designados como “Zonas sin niños”: museos, restaurantes, cafeterías y edificios de gobierno, entre ellos la Asamblea Nacional.
Hace poco, Yong Hye-in, una asambleísta por el Partido Renta Básica, se presentó allá con su hijo como un modo de llamar la atención sobre el asunto.
La legisladora intenta que el país derogue las restricciones que impiden que los niños ingresen a ciertos lugares pues considera que, entre otras cosas, esto ayudaría a facilitar que las familias decidan tener hijos.
Su postura se inserta en un debate más amplio a nivel mundial sobre los espacios que ocupan los niños en la sociedad: ¿deben ingresar a salas de cine, viajar en avión o estar en bares junto con sus padres? ¿O es mejor que “no molesten”, que estén solo en zonas infantiles, que crezcan en espacios reservados para la infancia? ¿De qué se pierde un país cuando se restringe substancialmente el contacto con los chicos?
Depresión y riesgo cardiovascular
(Eckert N. mayo 25, 2023)
Las enfermedades cardiovasculares mayores se asocian a estrés y a depresión y el manejo de estas últimas condiciones disminuye aquellas entidades potencialmente mortales en 10 a 15%.
En personas con depresión mayor, las enfermedades cardiovasculares aumentan 72%; la Dra. Baou y su grupo (Eur Heart J), analizaron los datos de 636, 955 adultos que recibieron terapia conductual cognitiva, con 55 años en promedio y dos terceras partes eran mujeres; se siguieron por 3.1 años (hasta 7 años máximo).
Los síntomas de depresión mejoraron en 59%, 49, 803 sujetos desarrollaron problema cardiovascular y 14, 125 murieron. Las personas que mejoraron de la depresión se asociaron a 12% de reducción de riesgo de enfermedad cardiovascular, con 11% menos enfermedad coronaria cardíaca y 12% menos apoplejías isquémicas; todas las causas de muerte fueron 19% menores.
Los mecanismos por los cuales el manejo de la depresión disminuye la enfermedad cardio y cerebrovascular, así como la mortalidad, seguramente son múltiples y no se especificaron en el estudio.