Quentin Tarantino ofrece una Master Class en Cannes

Quentin Tarantino apareció por sorpresa en la Quincena de los Realizadores, sección paralela del Festival de Cannes, para presentar la película Rolling Thunder, de John Flynn en 35 mm, y ofrecer una Master Class en la que abordó todo tipo de temas.

«Lo siento, hay demasiados celulares», se disculpó el director de Perros de reserva y Tiempos violentos, quien un día antes había compartido algunos detalles del proyecto con un puñado de periodistas.

«Es una película que se centra en un crítico de segunda línea que escribía en una revista pornográfica que murió a los 30 años», comentó el cineasta, quien descubrió al personaje en la etapa en la que trabajaba como reabastecedor de máquinas expendedoras.

Pero en el Palais Stephanie (sede de la Quincena de los Realizadores) Tarantino se convirtió en un dios cuyos chistes y bromas eran ovacionados por una multitud que celebraba a unos de los cineastas más idolatrados.

«Estoy totalmente en contra de tener que alcanzar compromisos sociales con mi arte.

Sé que hay gente que me crítica por eso, bueno, ¡pues que se jodan!», lanzó el realizador provocando la euforia de la multitud.

Poco después habló de otra razón por la que es profundamente criticado: la violencia de sus películas.

«Me gustan mis películas y las películas violentas porque son muy cinematográficas.

Mi único límite es que jamás firmaría la muerte de un animal en la pantalla.