La delgadez es un ideal inalcanzable que puede conducir a trastornos alimentarios

Para cada persona la relación con el alimento tiene un lugar fundamental en su subjetividad, porque cada uno de nosotros es introducido desde el nacimiento en la dimensión de la relación con los otros, especialmente con ese Otro fundamental que es la madre o su sustituto en el cuidado.

La oralidad es una actividad erotizada en el plano del deseo. Y cuando la oralidad se encuentra desenfrenada, no se trata de no comer o comer sin límite, sino de un “comer nada”como señalaba Lacan.

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El origen de la anorexia y la bulimia comienza en la infancia, pero es en la adolescencia cuando estalla, generalmente, como síntoma.

Se trata de la relación del sujeto con su propia imagen, latente hasta ese momento. Y al encontrarse con el otro del deseo, donde debe mostrar su posición, se pregunta: “¿Quién soy?”, con todos los interrogantes que esto conlleva.

Los llamados trastornos de la conducta alimentaria constituyen hoy un problema de salud pública endémico, por su creciente incidencia, sus graves síntomas, su resistencia al tratamiento y cada vez se presentan en edades cada vez más tempranas, aunque pueden persistir hasta la edad adulta.

Los datos epidemiológicos indican que a los padecimientos emocionales se le suman el ideal del modelo hegemónico de delgadez y se convierten en una grave amenaza para la salud de niños, niñas y adolescentes, y adultos.

Qué es un trastorno de la conducta alimentaria
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos se presentan como comportamientos alimentarios anormales, acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida.

Estos comportamientos alimentarios persistentes pueden afectar y deteriorar significativamente la salud física, mental y el funcionamiento psicosocial de quienes los padecen y, en casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte, siendo las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición. Suelen aparecer durante el inicio de la adolescencia y la juventud, entre los 12 y 25 años, con mayor predominio en mujeres que en varones.

Los datos estadísticos de los que se disponen, actualmente, surgen de un relevamiento internacional (impulsado por Mervat Nasser, Instituto de Psiquiatría de Kings College, Londres) que demostró que Argentina es el segundo país con más presencia de trastornos de la conducta alimentaria -después de Japón- afectando a un 29% de la población.

Nuevos diagnósticos
Raquel Lobatón, nutrióloga incluyente, mexicana, educadora en diabetes y Proveedora de Confianza Corporal en su texto “Criando niñxs segurxs con sus cuerpos”, asegura que son varios los estudios que indican que el 50% de las niñas menores de 13 años no se encuentran a gusto con su cuerpo y que esto aumenta a un 80% a los 17 años.

También que el 25% de varones niños y adolescentes están preocupados por no tener suficiente musculatura y además que un 80% de las niñas menores a 10 años ha estado ya en algún tipo de dieta.
Entre los nuevos diagnósticos se encuentran:

  • Vigorexia (ejercicio compulsivo combinado con dieta para hacer músculo)
  • Ortorexia (obsesión por la comida saludable)
  • Diabulimia (omisión de la insulina para bajar de peso)
  • Adicción a la comida (se consideraría como una adicción al deseo intenso hacia algunos alimentos en concreto).
  • La diversidad de los cuerpos no tiene absolutamente nada que ver con los padecimientos psíquicos denominados anorexia y bulimia nerviosas.
  • Estas formas de padecer humano están vinculadas a una relación subjetiva con la comida, pero encuentran una nueva fuente de estímulos también desde el mandato social de la delgadez.
    Desde muy pequeños los niños y niñas reciben la instrucción de que hay una sola forma de ser y estar en el mundo: ser delgado.
  • El cuerpo delgado se convierte en un ideal de belleza del discurso social contemporáneo. A esa aspiración se le dedica muchas veces la vida. Lo inalcanzable de todo ideal provoca ansiedad, tristeza y en un alto porcentaje de casos depresión.
  • Se pueden ver en propagandas, series y películas en las que las personas delgadas son las que logran ser exitosas y felices, porque son saludables.
  • En esta concepción se homologa delgadez con la salud.