Factores de riesgo para enfermedad cardiovascular prematura, diferencias de género

La enfermedad cardiovascular (CVD) es la causa líder de morbilidad y mortalidad, tanto en países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo. La enfermedad coronaria es resultante del 50% de las muertes por CVD y se relaciona con aterosclerosis de arterias cardíacas con subsecuente infarto.
Comúnmente, la enfermedad coronaria prematura se diagnostica en la mujer antes de los 55 años y característicamente es común en los hombres previamente a esa edad.

Los riesgos específicos incluyen problemas durante el embarazo como la diabetes mellitus gestacional, enfermedad hipertensiva, restricción de crecimiento del feto, parto prematuro, recién nacido muerto, y menopausia temprana, entre otras.

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Las mujeres se presentan con náusea, vómito, dolor abdominal y fatiga y tienen retraso en el diagnóstico e intervenciones médicas, así como también retraso en hospitalizaciones y muerte súbita.

Los factores modificables más comunes para hombres, comprados con mujeres, son hipertensión e hipercolesterolemia, así como algunos polimorfismos de nucleótido único.

Los autores ratifican edad mayor de 3 años para las mujeres con CVD prematura que los hombres, mayor niveles de colesterol y nivel de HDL (lipoproteína de alta densidad relacionada con protección para CVD); las mujeres son más proclives a la hipertensión (51% más) diabetes (78% más), obesidad (33% más), síndrome metabólico (373% más), apoplejía (63% más), enfermedad vascular periférica (67% más) y depresión (229% más), con menor asociación para fumar (40% menos), ingesta de alcohol (64% menos) y consumo de drogas ilícitas (68% menos).

El origen de los humanos
(Ragsdale AP et al. Nature 2023; May 17. doi.org/10.1038/s41586-023-06055-y)
Posterior a décadas de estudio del genoma humano, hay sugerencia de tres modelos migratorios que predominan para explicar las divergencias del origen ancestral africano, de acuerdo a fósiles encontrados en Marruecos, Etiopia y Sudáfrica.

Hay evidencia que demuestran que los signos anatómicos del Homo sapiens, encontrados de hace 300-100 mil años, se distribuyen a través de África, con mejoría substancial por descripciones de datos genéticos, la mayoría del oeste y algunos otros datos del sureste y del centro de África.

Los autores estudiaron 290 genomas individuales del sur, este y oeste de África, así como de Eurasia.

Las poblaciones etíopes Oroma y Amhara, a pesar de hablar distintos lenguajes Afro-Asiáticos, son genéticamente similares.

Incluyeron individuos británicos de colonia de flujo africano, como fuente representativa de Sudáfrica. Asumieron que el Neanderthal proviene de fuente común de 550 ka.

La población más temprana proviene de 120,000 a 135,000 años, que une a los diferentes Homo ancestrales, los que se conectan genéticamente a través de cientos de miles de años, con sólo 1-4% de diferencias genéticas entre poblaciones humanas contemporáneas.

La historia del fentanilo en los EEUUA
(Seisdedos I. El País. Mayo 20, 2023)
Es una historia clásica económica, de oferta y creación de demanda.

Empezó a mediados de los noventa, cuando farmacéuticas como Purdue revolucionaron a base de agresividad las reglas del mercado médico para inundar consultas y botiquines de todo el país con unas revolucionarias pastillas llamadas Oxycontin, que mitigaban algo el dolor pero a costa de dependencia.

Un ejército de adictos se lanzó a las calles con demanda que parecía superada: buscaban heroína, más barata y también más peligrosa.

Hacia mediados de la década pasada, la epidemia de los opiáceos ya era una crisis sin precedentes cuando la historia registró un nuevo inesperado giro con la entrada en escena de una poderosísima droga de la que pocos, fuera de un quirófano, habían oído hablar hasta entonces.

El fentanilo arrasó con todos los hábitos anteriores; en 2022, provocó las tres cuartas partes de las muertes por sobredosis, en espera de marcar un nuevo récord, con cerca de 110,000 bajas; esto es: más de 2,000 por semana.

Sam Quinones, periodista de investigación y escritor, es el gran cronista de la que las agencias de narcóticos ya consideran “la peor crisis en la historia de las drogas en Estados Unidos”.

The Least of Us (El más insignificante de nosotros, aún sin traducción al español), retrata el país “en los tiempos del fentanilo y la metanfetamina”; gracias a esta última sustancia, de acuerdo al libro, los narcos mexicanos abrazaron el milagro de la droga sintética, inicialmente importada de China.
El padre del fentanilo, fue el químico belga llamado Paul Janssen; se empezó a usar en cirugías cardiacas y revolucionó la Medicina. En 1985, Janssen abrió el primer laboratorio occidental en China para fabricar fentanilo.

Lejos de la supervisión de un anestesiólogo, resulta substancia altamente mortífera. El primer zarpazo llegó a las calles de Chicago en 2006, donde se conocía con el sobrenombre de “inyección letal”.

El fentanilo, es mucho más barato que la cocaína y metanfetaminas. En el libro se cuenta el caso del primer afroamericano que murió en la ciudad de Akron (Ohio). Se llamaba Mikey Tanner, luchó durante 10 años contra la adicción a la cocaína, pero solo duró un par de meses cuando el fentanilo entró en escena.

La pandemia fue la puntilla. En 2020, las muertes por sobredosis crecieron 20%, hasta los 91,799 casos. En 2021, se registraron 106,699 y en 2022, la DEA (siglas en inglés de la agencia antidrogas) se incautó de 50.6 millones de píldoras falsas y de 4,500 kilos de polvo de fentanilo, el equivalente a “más de 379 millones de dosis potencialmente mortales”; más que de sobra, por tanto, para acabar con toda la población estadounidense.

“El confinamiento fue terrible para quienes estaban luchando contra la adicción”, recuerda Quinones. “A los que tratan de salir les recomiendan dos cosas: que no se aíslen y que trabajen. Así que el coronavirus fue la tormenta perfecta”.

San Francisco se ha convertido en el gran símbolo: allí han muerto desde 2020 el doble de personas por sobredosis (unas 2,000) que a causa de la pandemia.

“La naturaleza de la adicción; reprograma al cerebro para que su misión no sea sobrevivir, sino conseguir la droga”.