Señales del síndrome de burnout y cómo prevenirlo

El término solía vincularse a los maestros y los profesionales de la salud, pero en la actualidad se convirtió en un síntoma de estrés laboral.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo denomina “fenómeno ocupacional”, y parece indisolublemente ligado a la carga psicológica del empleo moderno.

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Se trata del estrés laboral o burnout, por el término en inglés que se ha popularizado.

La agencia sanitaria internacional lo reconoció como un factor de riesgo: “puede dar lugar a comportamientos disfuncionales, a contribuir a la mala salud física y mental; originar problemas psicológicos, trastornos psiquiátricos y terminar en situaciones de ausentismo laboral”, declaró.

Como señala la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), el burnout laboral está en su punto más alto en muchas profesiones, impulsado por la pandemia de COVID-19 y la potente combinación de estrés personal, profesional y salud.

El agotamiento laboral es un tipo especial de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal, advierten los expertos de la Clínica Mayo de EEUU.

Un cansancio peligroso

También denominado “síndrome del quemado”, es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado. Puede tener consecuencias muy graves, tanto en la esfera física como psicológica.

Se caracteriza por tres factores: el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la capacidad de toma de decisión o iniciativa.

Las 5 señales de alarma

  1. Agotamiento
    Sentirse abrumado psicológicamente puede manifestarse en agotamiento físico y fatiga. Las tareas básicas, como ducharse o preparar una comida, por ejemplo, pueden parecer más difíciles, mientras que un largo día de trabajo parece imposible de realizar. Sentirse más cansado de lo normal es una señal de burnout.
  2. Sentimientos de temor y falta de motivación
    El burnout suele coincidir con sensación de ansiedad o temor relacionado con el trabajo, especialmente después de un par de días libres. Si vemos que los días son cada vez más difíciles de superar, la calidad del trabajo se desploma y la perspectiva de volver a trabajar luego de un descanso nos pone en estado de ansiedad, es probable que el burnout se haya hecho presente en nuestras vidas.
  3. Dificultades para dormir
    La calidad del sueño es una parte crucial de nuestra salud. No descansar bien puede contribuir al burnout, mientras que el agotamiento en sí mismo puede afectar la calidad del sueño, provocando un círculo vicioso de inquietud e insomnio.
    El agotamiento podría dificultar conciliar el sueño, permanecer dormido, junto con otros síntomas físicos, como dolores de cabeza, tensión corporal y problemas estomacales.
  4. Apetito inestable.
    Aunque las personas reaccionan de distintas maneras cuando se trata de alimentación, perder el apetito o comer por demás pueden ser signos de que algo no anda bien. Durante los períodos de agotamiento el hambre también se ve afectado. Las personas pueden desear comidas “reconfortantes”, encontrar que el apetito aumenta mucho o perderlo, especialmente en la mañana, antes de ir a trabajar.
  5. Cinismo e irritabilidad
    El estado de ánimo puede ser lo primero que cae en picada en las primeras etapas del agotamiento. Sentirse frustrado o irritado puede ser una señal de que se está cerca del agotamiento. Como resultado, las relaciones personales y profesionales comienzan a verse afectadas.
    Los distintos niveles del burnout
    El burnout o síndrome del quemado puede manifestarse según cuatro niveles:
  • Leve: la persona siente cansancio, dificultad para levantarse a la mañana, se queja vagamente.
  • Moderado: se caracteriza por irritabilidad, aislamiento, negativismo.
  • Grave: enlentecimiento, automedicación con psicofármacos, ausentismo, aversión, abuso de alcohol o drogas.
  • Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidios.
    Cuál es el tratamiento para el burnout
    Ante la aparición de los síntomas lo recomendable es realizar una consulta médica con un profesional de la salud, un especialista del área de la salud mental y/o medicina del estrés.
  • “Para la valoración del síndrome existen diversos cuestionarios, pero uno de los más utilizados es el MBI. A partir de tener el diagnóstico que confirma la presencia del síndrome, las empresas deberían implementar diversas herramientas tales como charlas, talleres, capacitaciones guiadas por los líderes de los sectores más afectados, entre otros”.