El cuadro se vendió por 2 millones 831 mil euros según informó la casa de subastas Sotheby’s.
El cuadro El pájaro de la mañana, de Joan Miró, se vendió ayer en París por 2 millones 831 mil euros, mientras un bodegón de Picasso se subastó en un millón 439 mil euros, según informó la casa de subastas Sotheby’s.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
Dichas obras se ofertaron junto a una docena de obras de una colección de arte vanguardista de los años 30 y 40.
El cuadro de Joan Miró, con un precio estimado entre 1.5 y 2 millones de euros, pertenecía a una colección particular parisina que ha pasado por sucesión hereditaria.
La composición, detalla Sotheby’s, está poblada de criaturas oníricas y de figuras dinámicas sobre un fondo de colores vivos que prefigura la mitología cósmica de la serie de Constelaciones que el pintor español hizo en 1940-1941.
En él, se puede observar a un equilibrista que avanza sobre su cable por encima de la pista donde actúan otros personajes.
“El equilibrista y su línea meditativa se encuentran en otras composiciones del artista, a veces acompañado por un caballo danzante o acróbatas.
Estos motivos le permiten explorar un tema que lo obsesionó a lo largo de su carrera: el movimiento y la tensión creados por un eje fijo y su fuerza centrífuga”, destacó la casa de subastas.
En el caso del cuadro de Picasso, Bodegón con cafetera, se realizó durante la ocupación nazi en su taller de los Grands Augustins de la capital francesa.
El bodegón estaba valorado entre 800 mil y 1.2 millones de euros.
Sotheby’s señaló que en esa época el genio malagueño hizo una serie de bodegones –en este el elemento protagonista es una cafetera– que le permitían “escapar a la realidad devastadora de la guerra, impregnada no obstante por un simbolismo complejo, que mezcla esperanza y desesperanza”.
Entre las piezas que también se han subastado destacan la del artista de origen ruso Nicolas de Staël, Composition, vendido por 1.1 millones de euros, y otro cuadro de esta misma serie por casi 300 mil euros; en tanto, un cuadro de Fernand Léger se vendió por 508 mil euros.