El sentido del humor, entendido como una forma de inteligencia emocional, es un aspecto que está (en mayor o menor grado) en cada persona, y que después se despliega y desarrolla en nuestras relaciones interpersonales, pues somos seres sociales.
A lo largo del desarrollo, cada persona va configurando diferentes rasgos de personalidad, de forma que en la etapa adulta podríamos afirmar que gran parte de estos rasgos son más o menos estables.
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Esto significa que nuestro sentido del humor “adulto” se va forjando a lo largo de nuestro desarrollo.
Dicho de una manera simple, cuando somos adultos, nuestro sentido del humor es algo estable, aunque siempre existe cierto margen de cambio.
Si en las personas hablamos de humor, o sentido del humor, cuando se trata de relaciones íntimas o de pareja, existe lo que llamamos “clima de la pareja”.
El clima en una relación de pareja es una contribución de ambos miembros. Cuando no hay problemas o dificultades, y la pareja se ama, mantener un buen clima puede ser más fácil.
Pero todas las parejas tienen sus discrepancias, discuten, y pasan por conflictos que tienen que aprender a resolver.
Mantener un clima relajado y afectuoso en estas situaciones, ya es menos fácil. Saber que todas las parejas tienen conflictos, ya es algo importante, pues desgraciadamente hemos heredado un ideal de relación de pareja que no nos hace ningún bien, y ante cualquier conflicto muchas parejas hacen saltar sus alarmas, y se plantean “si tal vez no están hechos el uno para el otro”.
Una clave que ayuda a una pareja a mantener el buen clima pese a la existencia de diferencias es una cuestión de percepción:
Saber que tu pareja no es tu enemigo, sino que forma parte de tu mismo equipo, y que queréis las mismas cosas…
Por tanto hay que caminar juntos por la vida, no enfrentados.
¿Cómo podemos potenciar una atmósfera positiva en la relación de pareja cuando los problemas del día a día nos rodean y alejan el buen humor?
Una forma de potenciar un buen clima en la relación de pareja es algo que tiene que ver con el cultivo…
Es decir, con que la pareja cuide y mime su relación, con que siga reservando espacios y tiempos para hacer cosas juntos… Cosas divertidas, aficiones, tiempo para el ocio y para la intimidad.
En ocasiones los hombres y las mujeres tienen diferentes sentidos del humor, ¿supone un obstáculo?
Las diferencias entre cada componente de la pareja en cuestiones importantes (como el sentido del humor) pueden ser un obstáculo, o no…dependiendo del modo en que esta pareja ha aprendido a manejar las diferencias.
No hay parejas sin diferencias, ni parejas que no discuten… Esto es una utopía… Lo que si hay es parejas que saben lidiar de una forma más adecuada con ellas (las discrepancias y puntos de conflicto).
Cuando en una relación de pareja hay diferencias en cuanto al optimismo o sentido del humor con que cada uno ve la vida, creo que el equilibrio está en conocer cómo funciona el otro, y no frustrarse por esta diferencia…
Aunque, en estos casos, creo que el miembro menos optimista tiene mucho que aprender del otro… ¿Por qué no aprender a mejorar de manos de la pareja?
Desgraciadamente tenemos un ideal de pareja muy influenciado por el cine romántico en el que se muestran relaciones de pareja irreales…
Sin conflictos, sin diferencias, capaces de adivinarse sus necesidades y deseos, etc…
Como las relaciones de pareja reales no son así, cuando nos creemos este modelo nos sentimos muy frustrados ante los conflictos y diferencias típicas que tienen todas las parejas.
Pues lo primero que suele pensarse es “no estamos hechos el uno para el otro” o “tal vez no es mi media naranja..”
Nos haría mucho bien tener otros modelos diferentes, más realistas (el cine español por ejemplo, y el europeo en general, resulta mucho más realista a la hora de plasmar modelos de parejas).
Y por supuesto, tener desde pequeños una educación sexual en la escuela y en casa, donde se nos hable de todo esto…sería algo que nos evitaría a todos muchos problemas.
¿Cómo nos beneficia el humor en la intimidad erótica?
El sentido del humor también beneficia al terreno más íntimo…el de las relaciones eróticas. Motivos hay muchos: por ejemplo, el buen ánimo, la alegría vital, son verdaderos potenciadores del deseo sexual.
Además, el sentido del humor puede hacer que las relaciones sean más creativas, y se disfruten más… El sentido del humor también ayuda a relativizar cuando algún día las cosas no van tan bien en el terreno sexual… Pues esto también puede ocurrir…
Un ejemplo claro está en qué algunas de las insatisfacciones en el terreno sexual más habituales, tienen una de sus causas precisamente en esto: en la incapacidad para relajarse, relativizar y quitarle importancia…
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