La salud mental es una pieza imprescindible para nuestro bienestar general

El estrés es uno de los mayores desequilibrantes de la salud mental

Cada 7 de abril se conmemora el Día Mundial de la Salud, una fecha que busca reconocerla como un derecho básico que compete a toda la población. Con motivo de este día, INECO remarca la importancia que posee uno de los pilares fundamentales de la salud: la salud mental.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es comprendida como un estado de completo bienestar físico, mental y social, por lo cual no hace referencia solamente a la ausencia de afecciones o enfermedades. Es decir, existen otros factores que la determinan, tales como los vínculos sociales, la situación económica, el descanso adecuado, una alimentación equilibrada, y realizar actividades placenteras y de autocuidado.

Asimismo, esta organización ha registrado, a través de diferentes estudios que llevó a cabo, que los trastornos de salud mental están dentro de las cinco primeras causas de enfermedad en América. La salud mental se compone de diversos factores (sociales, psicológicos y biológicos) y va más allá de la ausencia de trastornos mentales. Es aquello que genera un equilibrio en nuestro cuerpo y que nos permite desarrollar diversos tipos de habilidades, aprender, relacionarnos con nuestros pares, y lograr superar momentos que puedan ocasionarnos estrés, cansancio, etcétera. Se debe comprender que no hay salud sin salud mental, dado que poder mantener un cerebro saludable fomenta el desarrollo de una vida saludable en general.

El estrés, por ejemplo, un concepto muy utilizado en el último tiempo, está asociado a un factor psicológico, un malestar anímico, pero detrás de él se esconde mucho más. Ante el estrés, nuestro organismo responde activando el sistema nervioso simpático, con liberación de adrenalina y noradrenalina, dando una respuesta hormonal mediante el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal con secreción de cortisol, y una respuesta inmunológica. Cuando el estrés se sostiene en el tiempo, las acciones biológicas inmediatas generan un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, disminución del proceso digestivo, aumento de los niveles de azúcar en sangre, infecciones varias, afecciones autoinmunes y dolor crónico.

De este modo, puede desencadenar ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Desestigmatizar la salud mental es un paso clave. Si bien a raíz de la pandemia, que ha provocado un aumento de casos de trastornos, se ha comenzado a hablar con mayor frecuencia sobre este tema y a instalarlo en la sociedad, es importante seguir conversando sobre esta cuestión para promover el cuidado de la salud mental.

“Es necesario potenciar nuestro cerebro continuamente y estar alertas ante signos y síntomas que puedan manifestar la presencia de algún tipo de afección psíquica o psicológica. Para ello, el primer paso es poder comprender socialmente la importancia que tiene la salud mental en el bienestar integral del individuo, y la necesidad de entender que no debe ser un tema tabú hablar de ello. De esa manera, cada vez más personas podrán sentir la libertad de expresar lo que les está ocurriendo”, afirmó la doctora Jesica Fischer, médica psiquiatra y miembro del Departamento de Psiquiatría de INECO.

En la actualidad, entre las enfermedades mentales más frecuentes se encuentran la depresión, los trastornos de ansiedad y el consumo de sustancias de abuso. Un grupo etario en el cual los trastornos de salud mental han aumentado en el último tiempo es el de los adolescentes. Los jóvenes se encuentran en una etapa de crecimiento y de nuevos desafíos, en la cual comienzan a entablar nuevas relaciones sociales y a llevar a cabo diferentes responsabilidades.