El sexo real no es el que nos presentan las películas de contenido pornográfico. Por eso, mejor tener como modelo de satisfacción para una mujer ese tipo de cine. En la vida real, cada persona es un mundo, con sus necesidades y gusto
En el sexo, cada persona es un mundo y cada pareja, otro más. Por esta razón, si no existe la comunicación adecuada entre ambos, es muy normal que se cometan errores sexuales.
- Creer que a todas las mujeres les gusta lo mismo. Comenzábamos diciendo que cada persona es un mundo en lo que respecta al sexo. Por esa razón, es un error básico suponer que existen esterotipos y determinadas prácticas que gustarán a cualquier mujer.
Esto no es así. A pesar de mitos y leyendas, algunas cosas gustarán a algunas mujeres mientras que a otras les desagradarán. Así de sencillo. La solución, sin embargo, no es difícil: hay que hablar y comunicarse con la pareja para conocerse el uno al otro y saber qué es lo que gusta y satisface. - No tratar bien el clítoris. El clítoris es un órgano sexual clave para el orgasmo femenino. Por esta razón, no estimular el clítoris durante la relación sexual es uno de los errores sexuales más comunes.
Ahora bien, no basta sólo con estimular el clítoris, sino que hay que estimularlo bien. En este sentido, debemos recordar que se trata de un órgano con miles de terminaciones nerviosas y que, si se frota o roza bruscamente o con demasiada intensidad, puede incluso producir dolor. - Pensar que todo debe ser como en una película porno
En las películas de contenido pornográfico, el sexo se presenta de forma desvirtuada. Y es que, claro, el cine es cine: es producto de la imaginación y la actuación y no algo real.
Por tanto, no son una fuente fiable para conocer o informarse sobre el sexo real. - Errores sexuales en los hombres: Ir demasiado rápido. De los errores sexuales más comunes que cometen los hombres, éste es seguramente el más conocido. En efecto, muchos hombres consideran que el objetivo del sexo es la penetración y el orgasmo.
Sin embargo, para que una relación sexual sea plena, los preliminares, caricias, besos y abrazos son tan importantes como el orgasmo en sí. Por esta razón, no te precipites y dedica tiempo y esfuerzo también al antes y el después.