La española, semifinalista del torneo el año pasado, no puede con la kazaja Rybakina y pierde siete puestos en el ránking, hasta el 29
La tenista Paula Badosa no da con la tecla, pese al cambio de entrenador. Se marcha para Miami tras caer en la tercera ronda por 6-3 y 7-5 en 1h35 ante Elena Rybakina, cabeza de serie número 10 y vigente campeona de Wimbledon, a la que había ganado en sus tres anteriores enfrentamientos.
La derrota tiene consecuencias. Se deja los 390 que obtuvo en 2022 en el Valle de Coachella y pierde siete puestos en el ranking, del 22 al 29. Las dobles faltas (siete) y los nervios en los momentos decisivos lastraron a una Badosa que mostró ráfagas de buen tenis.
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Badosa necesitaba sacar bien para tener opciones ante una gran sacadora como Rybakina y no lo hizo en el primer set: cuatro dobles faltas, un 51% de primeros y nueve puntos perdidos con segundos.
La consecuencia fueron dos quiebres en su contra, que pudieron ser tres de no haber salvado un 0-40 en el tercer juego. Su rival no tampoco estuvo especialmente brillante en esa suerte, pero afinó en los momentos más oportunos.
Con dos aces salvó la única ocasión de rotura de Paula, que no estuvo realmente tan lejos del nivel de Elena.
El tenis femenino, a menudo imprevisible, es muy proclive a las segundas oportunidades. Badosa volvió a la pista en la segunda manga en busca de la suya.
Rozó el break de salida, después ganó un juego en blanco y volvió a presionar el servicio de Rybakina.
Con una bola inteligentemente alta encontró la ventaja que buscaba. La mantuvo gracias a la sensible mejora de sus saques.
