¿Qué se entiende por genio?

Además de una alta capacidad intelectual, ser un genio también implica originalidad y creatividad. Profundicemos en ello

El término genio suele utilizarse en dos sentidos diferentes, pero relacionados. El primero, popularizado en 1916 por el psicólogo estadounidense Lewis M. Terman, refiere a una extraordinaria capacidad intelectual medida por el desempeño en una prueba estandarizada.

En este caso, Terman fijó que el coeficiente intelectual (CI) de un genio potencial se situaba en 140 o más; una puntuación obtenida por aproximadamente 1 de cada 250 personas.

Sin embargo, en 1942, Leta Hollingworth, una psicóloga estadounidense que estudió la naturaleza y la crianza del genio, propuso que el CI de un genio debía ser de 180 o más. Una puntuación que, en teoría, solo exhibe una de cada dos millones de personas.

Ahora bien, muchos piensan que ser un genio no se reduce únicamente a tener un alto CI. Pues, si bien la inteligencia es un requisito fundamental para ser considerado un genio, hay otros aspectos que entran en juego, como la creatividad, la autoconsciencia y el pensamiento innovador.

Es por ello que se ha vuelto tan popular la noción de genio derivada del trabajo de Sir Francis Galton, un psicólogo y antropólogo inglés que definió al término como una capacidad creativa extraordinariamente elevada, demostrada por un logro real (siempre que tal logro no tenga un valor transitorio o sea el resultado de un accidente de nacimiento).

De esta forma, además de una alta capacidad intelectual, ser un genio también implica originalidad, creatividad y la capacidad de trabajar en áreas no exploradas antes. Se deja así un legado en el mundo, que de otro modo no existiría.

Es por esta razón que personas como Albert Einstein, Stephen Hawking y Charles Darwin pueden agruparse en el mismo grupo de genios que Mozart, Beethoven y Picasso.

La teoría de las inteligencias múltiples y la noción de genio
No todos los genios destacan en las mismas áreas intelectuales. Es por ello que la teoría de inteligencias múltiples de Howard Gardner juega un papel importante a la hora de comprender la noción.

Gardner identificó al menos ocho tipos particulares de inteligencia, las cuales se cree que están distribuidas de manera relativamente uniforme en la población. Sin embargo, en el caso de los genios, es probable que nazcan con capacidades extraordinarias en al menos una de estas áreas.

Por ejemplo, los grandes escritores poseen una marcada inteligencia lingüística; los científicos brillantes suelen tener una extraordinaria inteligencia lógico-matemática; mientras que los eminentes músicos tienden a desarrollar una elevada inteligencia musical.