Un paraíso por descubrir
Reconocida por ser una de las bahías más hermosas de México. Está protegida por la Isla Ángel de la Guarda, que en compañía de más de quince islas de origen volcánico hace que el mar sea calmado y pacífico.
Bahía de los Ángeles fue el puerto de donde se abastecía la Misión de San Francisco de Borja Ádac que se localiza a 37 km de la costa y en el siglo XIX se encontraron yacimientos de plata y se convirtió en un pueblo minero.
Este pequeño poblado cuenta con una agradable Plaza de Armas con el tradicional kiosco en donde se puede convivir con los lugareños. Específicamente la Isla Ángel de la Guarda, es la mayor de todo el archipiélago. Esta isla no tiene ningún asentamiento humano pero aquí habitan una gran variedad de aves como gaviotas y pelícanos, así como un buen número de reptiles.
Cuenta con playas rocosas al sur y playas de arena blanca, grano fino en el resto de la bahía. El oleaje es suave, pendiente regular, de agua color verde-azul que contrasta con los paisajes desérticos y las imponentes montañas.
Sus aguas tienen una riqueza marina única, ya que cuenta con una combinación única de islas y cañones marinos que genera fuertes corrientes marinas.
Actividades y lugares:
• Visitar Brisa Marina
• Realizar paseos en kayak o en “panga”.
• Observar a los leones marinos
• Visitar las islas cercanas
• Avistamiento de ballenas
• Nadar con tiburones ballena
• Explorar las montañas que rodean la bahía
