El café es un elemento de valor en jardinería, porque ayuda al crecimiento y la buena salud de algunas especies
Poco se habla del provecho que brinda el café en ámbitos diferentes al culinario. Se le conoce como un diurético, gracias a sus ácidos clorogénicos y las sales de potasio; se destaca en el cuidado personal, a través de su inclusión en champús, sueros, cremas y otros productos de belleza.
Desodorizando la casa, el café también se luce, debido a su capacidad de absorber olores.
A todos estos usos se anexa la incorporación de la sustancia molida en los terrenos del jardín. El polvo actúa como materia orgánica para el suelo y contribuye a que las plantas prosperen. Posee nitrógeno, fósforo y magnesio, micronutrientes aprovechables en tierras ácidas.
Aunque es necesario profundizar investigaciones que avalen la eficacia del café en las plantas, se cree que ahuyenta plagas y cura hongos en especies ornamentales y en cultivos de pepinos, espinacas y tomates, por ejemplo.
Sin embargo, es pertinente la advertencia de un artículo publicado por Servicultura Urbana y Ecologización Urbana, resaltando lo contraproducente de esta sustancia en plantas hortícolas puntuales que tuvieron mala respuesta a la fertilización con posos. A continuación, mencionamos algunas:
Viola.
Puerro.
Rábano.
Girasol.
Brócoli.
