(New York Times)
Primera parte
El crecimiento substancial de la población de la 3ª edad tiene problemas actuales en algunos países desarrollados como Japón, donde este grupo etario representa el 29.8%, porcentaje mucho mayor que el 17% de los EEUUA y el 12% de lo informado para China y 10% en general del promedio mundial.
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La esperanza de vida también ha aumentado en algunos países europeos adicional al Japón, motivo preocupante dado el número creciente de problemas degenerativos como enfermedades que incrementan riesgos cardiovasculares como diabetes, hipertensión y hasta la demencia.
Lo anterior, resulta por demás reto para los gobiernos, lo que es adicional a lo ya reconocido del cambio climático. La salud mental es problema grave y el gasto derivado de ello, resulta enorme. Adicionalmente, el número de personas en retiro, jubiladas o desempleadas aumenta de manera paralela.
El congreso mexicano de Reumatología, se celebra en la ciudad de Mérida, Yucatán, catalogada como la 8ª ciudad actualmente de mayor atracción para vivir y con gastronomía dentro de las 20 principales del mundo.
Acudieron a este evento nacional más de 1000 asistentes, con presentación de cientos de trabajos de investigación, la mayoría en el ámbito clínico, con 40 profesores, de diversos países (EEUUA, Argentina, España, Viena e Israel, entre otros).
Los temas de lo más diverso, desde artritis reumatoide, hasta osteoporosis, lupus, etc. Abrió con varios cursos pre-congreso (avances para médicos generales, otro para reumatólogos, de ultrasonido y capilaroscopía) y destacaron sesiones plenarias y talleres.
Como cualesquier otros campos de la Medicina, la Reumatología está impregnada de Inmunología y salpicada de eventualidades en las que participan Neurología, Infectología, Cardiología, Endocrinología, Obstetricia, Hematología, etc.
Todo conocimiento básico y clínico en el proceso potencial de ayudar a quienes padecen de estas enfermedades que ocasionalmente pueden ser catastróficas, particularmente sin tratamiento adecuado o retrasado.
Algo adicional sobre la COVID:
Aunque la mayoría de las personas afectadas por coronavirus se recuperan, algunos experimentan síntomas y/o signos persistentes, lo que se denomina síndrome de COVID prolongado. Éste, es parcialmente comprendido, con inflamación persistente o sin evidencia obvia de ella, aunque con manifestaciones musculoesqueléticas, pulmonares, cardiovasculares, dermatológicas, neurológicas, etc.
Más aún, algunos desarrollan auto-anticuerpos y hasta enfermedades autoinmunes que pudieran coparticipar en algunas de las manifestaciones de este síndrome (Rojas et al. Journal of Translational Medicine 20:129 doi.org/10.1186/s12967-022-03328-4).
Los autores evaluaron a 100 personas con promedio de edad de 49 años e incluyeron grupo control de 30 sujetos sanos. Evidenciaron autoinmunidad latente en 83% y poli-autoinmunidad en 62%. Lo previo, puede correlacionar con gravedad de las manifestaciones de la COVID, con la expresión del síndrome de COVID prolongado y muy probablemente con el desarrollo de enfermedad autoinmune (Cabral-Marques O et al. Nat Communications doi.org/ 10.1038/ s41467-022-28905-5)
Gavrilova N y col, recientemente (Pathophysiology 2022, 29, 24–29 doi.org/10.3390/pathophysiology29010003), informó de la asociación de COVID y fibromialgia, enfermedad incapacitante que se manifiesta por alteraciones del sueño y despertar, dolor musculoesquelético, comúnmente trastornos funcionales digestivos y cefalea. Las manifestaciones de este síndrome reumatológico frecuentemente dan lugar a diagnóstico diferencial amplio y retraso en su reconocimiento y tratamiento.
Factores de riesgo para COVID-19 grave
(Zsichla L & Müller V. Viruses 2023; 15, 175d oi.org/10.3390/v15010175)
Los coronavirus 2019, afectaron prácticamente a toda la población mundial, con distribución de enfermedad y mortalidad irrestrictas a regiones, grupos de edad e incluyen a factores de riesgo del virus y del hospedero; de éste último, destacan adicionalmente factores adicionales de riesgo como obesidad, diabetes, enfermedad pulmonar, cardíaca, etc.
El curso clínico y desenlace/pronóstico de la infección de este virus es muy variable, con predisponentes relevantes que enfatizan el peso de la edad y fragilidad, polimorfismos genéticos, género, embarazo, co y superinfecciones, historia inmunológica y de enfermedades autoinmunes, microbiota, estilo de vida, dosis y factores virales, socioeconómicos, enfermedad hepática, renal, oncológica (cánceres, quimioterapéuticos) y polución atmosférica, en conjunto con hábitos dietarios, tabaquismo y alcoholismo, condicionantes de severidad de la infección viral, con vías bi-direccionales e inter-direccionales que participan en mayor o menor grado a su expresión, gravedad y complejidad.
