Se trata de un nuevo fármaco desarrollado por científicos de EE.UU. que fue probado en ratones.
El preservativo y la vasectomía son métodos anticonceptivos masculinos. Hay también otros métodos en desarrollo en los laboratorios científicos. Uno de ellos consigue detener temporalmente el avance de los espermatozoides.
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Si las mujeres cuentan con la píldora del día después, en el futuro los hombres podrían llegar a acceder al anticonceptivo masculino de “la hora después”. El desarrollo por el momento ha funcionado en una investigación con animales en los Estados Unidos.
Se trata de un anticonceptivo desarrollado por investigadores de Weill Cornell Medicine. Logró detener a los espermatozoides y evitar embarazos en modelos preclínicos.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, demuestra que es posible un anticonceptivo masculino a la carta.
Resultó 100% eficaz para evitar el embarazo en las dos primeras horas después de administrarlo. Su eficacia descendió al 91% en las tres primeras horas.
Según los coautores del estudio, los doctores Jochen Buck y Lonny Levin, catedráticos de farmacología de Weill Cornell Medicine, el descubrimiento podría cambiar las reglas del juego de la anticoncepción.
Porque recordaron que los preservativos, que existen desde hace unos 2000 años, y las vasectomías han sido las únicas opciones de los hombres hasta ahora.
La investigación sobre anticonceptivos orales masculinos se encontraba estancada. Eso ocurrió porque los potenciales anticonceptivos para hombres deben superar un estándar mucho más alto en cuanto a seguridad y efectos secundarios, explicó Levin.
Explicó que, como los hombres no corren los riesgos asociados a un embarazo, se asume que tendrán una baja tolerancia a los posibles efectos secundarios de los anticonceptivos.
Los investigadores no se habían propuesto inicialmente encontrar un anticonceptivo masculino. Eran amigos y colegas con conocimientos complementarios.
Pero Levin desafió a Buck a aislar una proteína de señalización celular llamada “adenil ciclasa” (AC), también conocida como ciclasa de adenilato que había eludido durante mucho tiempo a los bioquímicos.
El nuevo estudio de Nature Communications demuestra que una dosis única de un inhibidor de la proteína, llamado TDI-11861, inmoviliza los espermatozoides de los ratones hasta dos horas y media y que los efectos persisten en el tracto reproductor femenino después del apareamiento.
A las tres horas, algunos espermatozoides empiezan a recuperar la motilidad; a las 24 horas, casi todos los espermatozoides han recuperado el movimiento normal.
Los ratones macho tratados con TDI-11861 emparejados con ratones hembra mostraron un comportamiento de apareamiento normal, pero no fecundaron a las hembras a pesar de 52 intentos de apareamiento diferentes.
En cambio, los ratones macho tratados con una sustancia de control inactiva fecundaron a casi un tercio de sus compañeras.
Además, Balbach señaló que se tardan semanas en revertir los efectos de otros anticonceptivos masculinos hormonales y no hormonales en fase de desarrollo.
Afirmó que, puesto que los inhibidores de la proteína desaparecen en cuestión de horas y los hombres sólo los tomarían cuando y con la frecuencia necesaria, podrían tomar decisiones cotidianas sobre su fertilidad.