La sudoración, la somnolencia y los temblores son algunos síntomas tempranos de una sobredosis de insulina
Para la mayoría de las personas diabéticas, el uso de insulina es una práctica diaria que no requiere gran destreza. Sin embargo, la misma no debe ser subestimada, ya que el exceso o el déficit de la terapia insulínica puede comprometer la vida del paciente.
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- Algunas de las causas de sobredosis de insulina son las siguientes:
- Dosis excesiva en el cálculo.
- Uso de un tipo de insulina inadecuada.
- Múltiples cargas sin prescripción médica.
- No ingerir alimentos posterior a la aplicación.
- Administración en las piernas o en los brazos antes de realizar ejercicio, ya que se acelera la absorción.
- En estos casos, el exceso de insulina en el organismo, también llamada hiperinsulinemia, acelera el metabolismo del azúcar. Por consiguiente, los niveles de glucemia se verán reducidos y el cuerpo entrará en un estado de hipoglucemia, dejando a los órganos vitales sin su suministro energético.
Síntomas comunes
La sobredosis de insulina se manifiesta como un cuadro agudo de hipoglucemia. Los síntomas suelen instaurarse con rapidez y, en casos leves, incluyen los siguientes:
- Irritabilidad.
- Somnolencia.
- Confusión.
- Ansiedad y depresión.
- Temblores y debilidad.
- Sudoración y escalofríos.
- Entumecimiento en los labios.
- Mareos y náuseas.
- Palpitaciones.
- Visión doble o borrosa.
Por otro lado, existen casos de sobredosis denominados shocks de insulina, con una hipoglucemia muy grave que compromete la vida del paciente.
Representan una emergencia médica e incluye las siguientes manifestaciones:
- Pérdida del conocimiento.
- Dificultad respiratoria.
- Pérdida de la coordinación.
- Problemas para concentrarse.