El beneficio neto fue de 14,572 millones de dólares, lo que representa una reducción de 18% respecto al mismo período del año previo
La multinacional japonesa Toyota, líder mundial por volumen de ventas, logró unos ingresos de 210,474 millones de dólares en los tres primeros trimestres fiscales (abril a diciembre), mejorando 18% la cifra de negocio de dichos meses del ejercicio fiscal previo.
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La fuerte subida de la facturación vino motivada por la elevada demanda de los modelos de la firma, que ha hecho una fuerte apuesta por la tecnología híbrida, y también por su disponibilidad de stock de vehículos, un factor diferencial para los clientes a la hora de adquirir un coche sin tener que esperar meses para recibirlo.
La empresa, que ha presentado este jueves sus resultados económicos correspondientes a sus nueve primeros meses fiscales, se anotó en el período un beneficio neto atribuido de 14,572 millones de dólares, lo que representa una reducción de 18% respecto al mismo período del año previo.
Toyota achaca este menor beneficio en los tres primeros trimestres a un incremento de los costes en general, y de los precios de las materias primas en particular, al tiempo que apunta a “grandes fluctuaciones” de sus planes de producción durante este período como consecuencia de los cortes de suministro de componentes clave como los semiconductores y por los desastres naturales.
Además, el beneficio operativo de la firma se contrajo un 17.1% hasta diciembre, con una cifra de 16,091 millones de dólares, mientras que las ventas en dichos meses rozaron los 6,5 millones de vehículos en todo el mundo, mejorando 6.4% los registros interanuales y manteniéndose como líder del mercado mundial.
En el tercer trimestre fiscal (octubre a diciembre), el beneficio neto atribuido de Toyota se vio de nuevo afectado por los mayores costes experimentados, ya que alcanzaron los 5,584 millones de dólares, que representa 8% de bajada, a pesar de que sus ingresos se elevaron 25 por ciento.
La compañía que desde el 1 de abril parará a dirigir Koji Sato, en sustitución de Akio Toyoda, ha mantenido sus previsiones de resultados para el año fiscal 2022-2023 completo (finaliza en marzo), a pesar de los resultados negativos contabilizados en los tres primeros trimestres, gracias a la mejora en el suministro de chips y a los menores plazos de entrega para los clientes.
Así, la estimación del grupo nipón contempla acabar el ejercicio fiscal con un beneficio neto atribuido de 18,101 millones de dólares, es decir, una cifra 17% inferior a la del año previo, con unos ingresos por importe de US$275.979 millones.
Nissan también gana menos
Por su parte, la también japonesa Nissan se ha sumado a la presentación de resultados del día con un beneficio neto 42.8% menor en los tres trimestres fiscales que el año pasado. No logra responder con una cifra positiva a la nueva organización de la alianza con Renault, que desde ahora pasarán a ejercer en igualdad accionarial y con los mismos derechos de voto.
Así, Nissan obtuvo un resultado neto de 881 millones de dólares hasta diciembre, con una cifra de negocio de 57,294 millones de dólares, un 21.8% de crecimiento interanual.
La empresa, al igual que su compatriota Toyota, achaca estas menores pérdidas a las “fuertes fluctuaciones” de los tipos de cambio de divisa y a los significativos incrementos en el precio de las materias primas, aunque también sufrió el efecto de los problemas de la cadena de suministro y de los nuevos brotes de Covid-19.
Para el cierre del año fiscal, a causa de estos problemas a los que se está enfrentando, ha revisado un 8.1% a la baja su previsión anterior de matriculaciones mundiales de 3.4 millones de vehículos, aunque ha mantenido sus estimaciones de resultados económicos.