¿Cómo aprender a emplatar como un profesional?

El emplatado busca convertir los alimentos en una obra de arte

Ten presente que en un plato creativo confluyen distintos factores visibles, como la combinación de colores, la colocación de los elementos, sus dimensiones y la apariencia crujiente. Después de todo, un plato atractivo es más apetecible.

1. Usa vajillas blancas
El plato funge de lienzo al momento de emplatar la comida. Por esta razón, el color por excelencia para que resalte toda la composición es el blanco.
2. Inclínate por lo simple
A veces menos es más. En este caso, la premisa aplica.
No te pongas a elaborar formas complejas; más, si estás incursionando en el tema. Quizás poner el arroz en moldes, jugar con el corte y disposición de la carne es suficiente. Suma los colores de una rica ensalada.
3. Resalta un alimento
No te pongas a elaborar formas complejas; más, si estás incursionando en el tema. Quizás poner el arroz en moldes, jugar con el corte y disposición de la carne es suficiente. Suma los colores de una rica ensalada.
4. Sé creativo con los colores y las texturas
Un buen emplatado se traduce en arte comestible, por lo que no deberás pasar por alto los colores y las texturas que te brindan los alimentos. Aplica técnicas culinarias para realzar colores, como interrumpir el proceso de cocción para dejar al dente una pasta.
5. Ten cuidado con la cantidad
Cuidado con la cantidad de comida que sirvas. No se trata de atiborrar el plato ni de dejar insatisfechos a los comensales.
Intenta servir las porciones necesarias para satisfacer. Pero en caso de que alguien quede con espacio para más, deja la brecha abierta.
6. Tu menú debe ofrecer comidas equilibradas
El menú que ofrezcas debe garantizar equilibrio. En ese sentido, en un buen plato debe haber proteínas, algún hidrato de carbono y verduras. Hay estilos de ensaladas que sirven para refrescar el paladar luego de haber ingerido una crema o un guiso.
7. Presta atención a los detalles
Luego de servida la comida, la observación cobra relevancia. Verifica que todo esté en orden, es decir, que el plato se encuentre limpio.
De lo contrario, hazte de un paño limpio, especial para esta tarea. Disponte a limpiar migas y derrames de salsas que no formen parte de la decoración del emplatado.