Todos pierden ¿Por qué yo no podía parar?

Comenzaba a las dos de la tarde, pidiendo un tequila doble en copa coñaquera y una coronita, de ampolleta, la mayoría de las veces me sentaba en la mesa sin desayunar y le echaba los tragos amargos de las bebidas, no sabía disfrutar, me doy cuenta ahora, que tomaba por tomar, una tras de otra, pedía de comer y aceptaba la sugerencia del mesero de un buen vino tinto para acompañar la carne, que por muchos años le pedía tres cuartos, bien cocida, tampoco sabía comer, la mayoría de las veces, dejaba más de la mitad en el plato, luego, “pa que amarre, ya en medios tonos, es decir, medio borracho, de pedante, pedía un Sol y Sombra, que es coñac y Chinchón, anís mezclado, por supuesto que después de un par, me levantaba al baño a vomitar, echando las tripas, sangre sudor y lágrimas, saliendo del baño, ordenaba mi tradicional vodka Toni y para las ocho de la noche, me sacaban de aguilita, totalmente borracho, dejando, muchas veces mi saco en la silla, dejando una pésima imagen ante comensales y meseros, una imagen muy desagradable, de alguien que se perdía en el alcohol, sin conciencia, ni noción de lo que es la vida, abandonado de mí mismo, dándole la espalada a la vida misma, a mi familia, a mi trabajo, cayendo en ese abismo, profundo y negro que es La Saliva del Diablo, sin saber a ciencia cierta, el porqué, el porque me tiraba a matar, por qué no podía decir hoy no muchas gracias, el porqué, sin saber por qué tenía que caer como araña fumigada, hasta las cachas y el porqué  de ese enorme vacío que me hacía sentir solo, muy solo.

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El alcohol es un detonador de problemas

De alcohólico funcional, me volví alcohólico disfuncional, no logre nunca ser un alcohólico social, de tomarme un par de copas y detenerme, yo empezando con una, me seguía de filo hasta perder el sentido, para empezar, ya no regresaba a la oficina a trabajar por andar en la fiesta, cada vez eran y fueron más fuertes las crudas, las resacas, dolores de cabeza, hueso y cuerpo, deprimido, neurótico, me quedaba en mi cama, ya no cumplía con mis responsabilidades laborales y comenzaba a carburar, cuando bien me iba, a las dos de la tarde y de nuevo a lo mismo, a la cantina, al restaurante, que cuánto dinero perdí por mi alcoholismo, que cuánto dinero me metí en cocaína, en morfina, lo que me costaron las idas a los hospitales, lo que me media en consultas y en fármacos controlados, que cuando dinero gasta en cigarros, que cuánto tiempo se me fue de las manos? No tengo ni idea, pero en cada área, lo gaste de manera exagerada, fui de todo y sin medida, lo que si se ahora, lo que me dejo mi alcoholismo y drogadicción, me dejo un cuerpo severamente dañado, hipertenso, diabético, sin dientes, ni condición, unos huesos frágiles y unos músculos muy maltratados y delgados, me dejo fracasos, un ruina espiritual profunda, un cumulo de defectos de carácter y consecuencias, demasiadas pérdidas materiales y emocionales, digo, ahora, que no hay quien le gane a las drogas y al alcoholismo, digo también que para mí fue muy fácil, de niño, tomar cerveza y alcoholizarme, lo difícil para mí, fue salir del hoyo, levantarme y volver a nacer, volver a empezar, cualquiera se droga, cualquiera se alcoholiza, pero no cualquiera deja de hacerlo. Vivo de milagro, solo por la Gracia de Dios.

Me complique la existencia

Puedo decir, que en apariencia, todo iba bien en mi vida, hasta que llego la cocaína, que se convirtió en mi amiga, mi compañera inseparable, mi esposa, mi amante, me sucedió, lo que le sucede a todos los enfermos emocionales, que de una sustancia, pasamos a otra y  otra, sin entender el porqué, mi adicción al polvo blanco fue altamente compulsiva, parecía aspiradora, consumía en cantidades industriales, me daba un servicio, podía beber más, me mantenía despierto y muy acelerado, pero la cocaína, cobro sus facturas, me volví loco, se adueñaron de mi mis demonios, mis delirios de persecución, auditivos y visuales, me celotipia infernal, mis depresiones maratónicas y mi neurosis extrema, mis huesos se descalificaron y perdí mis dientes, por mis dolores, comencé a “calmarme” inyectándome morfina sintética, terminando, con tres miligramos en la mañana, tres miligramos al medio día y tres miligramos en la noche, de ahí, esta droga me provocaba mucha ansiedad y trastornos mentales, comencé a meterme antidepresivos y práctica-mente, todo el día, estaba dopado, intoxicado y emocionalmente en la lona, llegue a pesar menos de 50 kilos, flaco, amarillo, ojeroso y sin ilusiones, muerto en vida, atrapado sin salida, mi vida era un infierno, en blanco y negro, triste, sin ganas de nada, hundido, perdido, soberbiamente negado, sin amor propio, propiamente, nacido para perder. Comprendo que yo no quería abrir la puerta y las puertas se abren por dentro, lo sé ahora, esa puerta no se abrirá, si el que está del otro lado, tiene el seguro puesto, así de simple.

Lo que tú no sabes

Que hay infinidad de niños sentenciados a sufrir y a caer en las adicciones, que un adicto nace y se hace en un hogar disfuncional, que no estamos preparados para la desintoxicación ni en la rehabilitación, un niño adicto, como el adulto, se la pasa de un proceso a otro, hasta que muere, llega a un hospital o a un psiquiátrico, se convierte en un parasito social, arruina su vida y la de sus seres cercanos, no es capaz de continuar sus estudios, ni motivarse por trabajar o superarse, se convierte propiamente en un don nadie y yo creo, que nadie quiere un drogadicto en casa, pero, cuando el niño trae un cigarro electrónico, fuma marihuana, toma y se empestilla con clonacepan, no es otra cosa más que un grito de desesperación, señales de auxilio, que gritan.

Eyyy, aquí estoy.- Supe de alguien que golpeo y regaño muy feo a su hija, porque esta niña se emborracho, el papa, puso el grito en el cielo, fue drástico, duro, agresivo, violento, autoritario, pero, se le olvido, que esta niña, desde tiene uso de razón lo ha visto borracho, ha vivido sus pleitos a gritos y golpes con su mamá, se le olvido a este padre correctivo, que él está hundido en el alcohol y que es cobarde y mediocre, que los golpes y gritos contra su hija, no son más que sus lados oscuros que se manifiestan.

Hay tanta soberbia en un borracho como yo, que la destilo por los poros, mi negación es más grande que el estadio Azteca, no tengo la humildad de ver la magnitud de mi enfermedad, ni pongo en tela de juicio mis actitudes, soy un inmaduro, prepotente y enfermo emocional, con un gran vacío espiritual, soy un pésimo ejemplo para mis hijos, un borracho mediocre, nacido para perder. Lo que viene en el destino de esta niña, es un futuro triste de fondos muy crudos.-

El señor y la señora Lago… Lago de pexxxxx.-

Platica… Monologo… Por qué muere el amor, porque del amor al odio, el rompimiento violento y desagradable entre parejas, te pegas con todo, porque no puedo hablar de mis sentimientos, sin explotar, grietar e irritarme, que es lo que sucede con las parejas, la mayoría de ellas, que se contradicen uno al otro, como niños chiquitos, a que se debe tanto fracaso y dolor por una relación toxica, por demás enferma, porque actuó peor que un niños, con berrinches, panchos, pataleo y las hago de pex, porque soy orgulloso, mentiroso, porque vivo una vida en blanco y negro, todas las respuestas abras de encontrarlas en la plática, en el monologo, El señor y la señora Lago… Lago de pex, para toda la familia, si hay amor, hay solución, si es posible llevar la fiesta en paz, si es posible mejorar la comunicación y la relación de pareja, este monologo, es mi propia experiencia, llevo 25 años de casado, mi experiencia de vida, es una gran aportación para las parejas jóvenes y se, que si hay algo difícil en este mundo, es llevar la fiesta en paz, se también, que lo más sagrado en la vida del hombre, es la libertad y las ataduras codependientes no te dan ese espacio, no eres libre.

Hay crisis emocionales entre noviazgos y matrimonios, lo que genera consecuencias severas, como depresión, neurosis, frustración, sentimientos de culpa, celos y codependencia pura, no hay, tolerancia, ni paciencia, mucho menos prudencia, se hacen trizas el uno al otro, viven como perros y gatos. Por tu atención, muchas gracias.