Jóvenes Vulnerables

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), que realiza la Secretaría de Salud a nivel federal reveló que en nuestro país el 33 por ciento de los jóvenes entre 15 y 30 años, carecen de servicios de salud.

La estadística resultante de este muestreo en 50 mil 528 viviendas indica se ha venido paulatinamente generando un incremento en materia de cobertura de protección en salud en los últimos doce años, al obtenerse un registro de 44.4 millones de personas afiliadas a los regímenes de seguridad social (IMSS e ISSSTE) y a las instituciones de servicio a la Salud de la SSA.

El trabajo realizado expresa que para el año de referencia (2019) el porcentaje de hogares en México en situación de pobreza se había incrementado en 6 por ciento, respecto de 2017 y que las carencias relacionadas con los servicios de atención a la salud habían aumentado en este mismo lapso en 4 por ciento.

Más de un tercio de la población sin servicios de salud

La cobertura real en lo que se refiere a protección a la salud en el país se ubicó en 79 por ciento, lo que representa un incremento en el número de beneficiados de casi 40 millones de personas, prefigurándose los hogares con menores ingresos.

Los hogares sujetos al muestreo de ENSANUT estuvieron habitados por 194 mil 923 personas, muestra que re-presenta a la población nacional de 115 millones 170 mil 278 habitantes en el país.

El mayor problema se ubicó en los grupos de menor y mayor edad, donde los problemas de salud se agravan y multiplican.

Entre las discapacidades ubicadas por el ENSANUT destacan la dificultad para ver, aun utilizando anteojos; para oír, a pesar de utilizar algún audífono, para caminar, moverse, subir o bajar y estas discapacidades prevalecen en el grupo de 20 o más años de edad.

Por lo que se refiere a la niñez mexicana, se destaca se registraron en el país casi 29 mil defunciones de menores de cinco años; muchas de las cuales podrían haberse evitado, al través del acceso efectivo a las instituciones de salud o a las acciones gubernamentales sobre el medio ambiente y los diversos determinantes sociales.

Diarreas, enfermedad frecuente entre los niños

Los niños de esta edad (cinco años y menos) fueron atacados mayor-mente por enfermedades diarreicas; del total de los niños de cinco años afectados por diarrea se encontró que el tratamiento del 54.6 por ciento de los mismos consistió sólo en la ingestión de agua “pura” o de frutas.

Por lo que se refiere a problemas de las vías respiratorias en menores de 5 años, estas se ubicaron en el 44.8 por ciento de los mismos.

En la población mayor de 10 años, se encontraron afectaciones de vías respiratorias en 40.7 por ciento de los niños y en el 41.3 por ciento de las niñas.

Para esas fechas el 4.4 por ciento de la población infantil de 10 años había sufrido algún accidente; siendo más propensos los niños que las niñas, a nivel nacional.

El difícil mundo de los jóvenes

ENSANUT encontró que poco menos del 1 por ciento de los jóvenes mexicanos consume bebidas alcohólicas de manera abusiva; 2.3 por ciento lo hace de manera semanal; 5.8 por ciento consume alcohol mensualmente y 7.2 por ciento lo hace ocasionalmente.

La prevalencia de intento de suicidio entre los jóvenes, reportó el estudio se incrementó en casi tres veces, de 1.1 por ciento a 2.7 por ciento. 25 por ciento de los adolescentes reportaron haber consumido, al menos una vez, alcohol en un año, 11 por ciento haber consumido cinco o más copas de bebidas alcohólicas por ocasión.

En lo que concierne al consumo de tabaco el 9 por ciento de los adolescentes de 10 a 19 años entrevistados aceptó haber fumado al menos cien cigarrillos en su vida, aunque se encontró una tendencia a la disminución de dicho consumo. El ENSANUT no encontró diferencias significativas entre los consumidores de tabaco masculinos y femeninos.

De entre los fumadores, el 16 por ciento inició a los 12 años; el 51 por ciento entre los 13 y los 15 años y el 34 por ciento entre los 16 y los 19 años.

Vida sexual de los adolescentes mexicanos

La vida sexual activa de los adolescentes se ubicó entre los 12 y los 19 años, y la tendencia creció, entre el 15 al 23 por ciento.

Entre los métodos utilizados para evitar embarazos se ubicó el uso del condón (80.6 por ciento) ya que sólo un 6.2 por ciento de los jóvenes recurrió al uso de anticonceptivos hormonales.

De entre los adolescentes que iniciaron su vida sexual el 2.3 por ciento reportó haber recibido atención médica por infecciones de transmisión sexual en los doce meses previos a la entrevista; un 4 por ciento dijo haberse realizado una prueba de detección de VIH-SIDA.

Altas tasas de embarazos no deseados

De las mujeres de entre 12 y 19 años, más de la mitad (51.9 por ciento) reveló que alguna vez ha quedado embarazada, mientras que en el curso de la entrevista el 11 por ciento acusaba alguna etapa de embarazo.