Beso blanco: ¿qué es y cómo se hace? Parte 1

Algunas personas se esfuerzan por cumplir todas las fantasías de su pareja, y el beso blanco es una muy buena opción para hacerlo. Sin embargo, hay que conocer todos sus detalles y evitar errores que se puedan transformar en problemas

El beso blanco es una práctica que forma parte del estilo de aquellos que son verdaderamente audaces en sus encuentros.

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Ahora, es posible que este término cause extrañeza en quienes todavía no se animan a probar cosas nuevas. Con lo cual, no sabían de su existencia hasta ahora.

Se trata de un acto erótico que muchos eligen para culminar su encuentro con mayor excitación.

También es una forma de introducir variedad y explorar alternativas que haga vibrar a ambos con estímulos diferentes. Suena interesante, ¿verdad?. Sigue leyendo y descubre cómo se hace.

¿Qué es y cómo se hace?
En el sexo oral hay quienes están dispuestos a experimentar y salir de la rutina. Con la bola de nieve, como también se llama, van un paso más allá.

Por lo que, verdaderamente, se necesita de mucho ímpetu y personalidad para hacerlo.

Por otro lado, también es imprescindible el conocimiento y, sobre todo, la confianza en el otro.

El beso blanco consiste en recibir dentro de la boca el semen del hombre cuando eyacula.

Después, sin tragarlo, elevarse y besar en los labios al eyaculador o a un tercero para pasarle el fluido.

Un acto digno de la pornografía más atrevida en la que muchas personas se inspiran para sus propias relaciones.

Este tipo de práctica sexual se puede realizar tanto en una pareja heterosexual, como en los encuentros íntimos entre dos hombres.

Los que participan de tríos sexuales suelen usar este beso para unir a todos los integrantes del juego en el final.

La imaginación y las fantasías en este rubro llegan a niveles impensados para los más conservadores.

Riesgos del beso blanco
Para los que aún tienen dudas sobre la fertilidad, el embarazo es imposible con el sexo oral.

Ninguna mujer tiene posibilidad de ser fecundada por la boca, como tampoco a través del sexo anal.

Los espermatozoides no tienen una vía para llegar a unirse con los óvulos si ingresan de esta manera.

No obstante, de acuerdo a un artículo de Planned Parenthood, sí se considera una práctica de alto riesgo en el contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Con el semen viajando de una persona a otra también van ciertas bacterias infecciosas y virus.

Al no utilizar ningún método que oficie como barrera, afecciones como el herpes, la gonorrea, la clamidia, entre otras, se transmiten rápidamente.

Sobre todo, si quien recibe el semen de su pareja sufre de lesiones internas en la boca.