Petting o magreo: descubre placer con esta práctica sexual. Parte 2

Conocido como el “sexo adolescente” el petting o magreo es una práctica en la cual se permiten solo besos, caricias, abrazos y sexo oral

Siguiendo con la nota de ayer donde explicamos lo que es el petting continuamos con.

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¿Cómo se hace el petting?

Usar los genitales femeninos y masculinos no es la única manera de obtener placer y disfrutar.

El petting o magreo nos permite utilizar todas las partes de nuestro cuerpo: labios, manos, lengua o pies. Ayuda a prestar atención a las sensaciones que experimentamos.

Como primera medida recomendamos practicar el petting con conocimiento y consentimiento.

Esto quiere decir, saber qué haremos y qué cosas están permitidas. No se trata de ‘engañar’ al otro pensando que luego habrá sexo, sino de que ambos consientan lo que sucederá.

El magreo se puede realizar en cualquier ambiente, de pie, sentado o acostado y en todo momento.

Al no haber penetración quizás sea más fácil en posiciones que de otra manera serían incómodas.

La boca y las manos juegan un papel fundamental. Puedes hacer un masaje, besar la espalda o el vientre e ir ‘bajando’ hacia sus partes íntimas. O bien besar cada centímetro de su piel muy despacio.

Existen tres etapas en el magreo, las cuales se pueden practicar al mismo momento o por separado.

En el grado I está permitido tomarse de las manos, besarse y abrazarse.

En el grado II se pasa a las caricias sexuales o en cualquier parte del cuerpo con la ropa puesta.

En el grado III se acaricia por debajo de la ropa o sin ella.

También se acepta el sexo oral, la masturbación mutua y frotar los genitales entre sí en un completo contacto piel con piel.

A su vez, se pueden añadir algunos juguetes sexuales en esta última etapa, como por ejemplo vibradores. Sin embargo, no se recomendaría aquellos que requieran de penetración, porque no se consideraría magreo.

Se dice que el petting no tiene riesgos de transmisión de enfermedades sexuales, pero esto no es del todo cierto.

Es verdad que por las caricias o los abrazos no hay contagios, pero cuando se incluyen áreas húmedas como la boca y la lengua, hay chances de contagiarse de herpes.

Por lo tanto, si se añade la felación a la práctica, las posibilidades de padecer una ETS aumentan.

Lo cierto es que no hay riesgo de embarazo si el semen no contacta la vagina ni la vulva.