Fallece Fray Gabriel Chávez de la Mora, arquitecto insignia de México

Fray Gabriel Chávez de la Mora falleció a sus 93 años; deja consigo un legado inmarcesible.

A través de sus redes sociales, Hector García Curiel, Coordinador General de Patrimonio de la Universidad de Guadalajara (UdeG), expresó sus condolencias al confirmar el fallecimiento del arquitecto tapatío Fray Gabriel Chávez de la Mora (1929), quien formó parte de la primera generación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara.

En su trayectoria, Fray Gabriel obtuvo distinguidos galardones y homenajes por su diseño de arte sacro contemporáneo, sumando reconocimientos como el homenaje del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco A.C., del que diseñó la estatuilla conmemorativa del Premio de Arquitectura Jalisco otorgada por el mencionado colegio, galardón en el que resaltan los fundamentos del ser humano: el cerebro y el corazón.

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Fray Gabriel Chávez de la Mora, nacido en Guadalajara el 26 de noviembre de 1929, tiene una amplia trayectoria en el mundo arquitectónico y la vocación religiosa como Monje Benedictino desde 1965, con la que llevó a la arquitectura jalisciense a un nivel de calidad, prestigio e innovación internacional al impulsar y ser partícipe de proyectos como Capilla de Ahuacatitlán, la Basílica de Guadalupe y de la Capilla Guadalupana en el Vaticano, por ejemplo.

En 2019, Fray Gabriel Chávez de la Mora concedió una entrevista en el marco del homenaje que le rindió el Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco, en donde el reconocido arquitecto memoró sus primeros acercamientos a la arquitectura y cómo vinculó esta pasión con otra de sus grandes aspiraciones: la religiosa, además de consolidar otras habilidades en la artesanía, pintura y escultura, por ejemplo.

“Creo que dedicarme a la arquitectura fue por los designios providenciales, porque mi padre fue un reconocido médico pediatra y ni de chiste pensé en seguir la profesión de mi papá.

Yo me recuerdo dibujando y haciendo trabajos manuales, así comencé a incursionar sin maestros, haciendo mis propias maquetas. Bendito sea Dios que me fue abriendo camino en esta profesión”.