“Extrañaba mi rostro” por eso se los “borro”.
La influencer catalana Lidia Reyes estuvo a punto de convertirse en la mujer más tatuada del mundo e incluso llegó a confesar que tenía una adicción por la tinta en su piel, pero tomó la decisión de quitarse los tatuajes de la cara y recientemente compartió un video en su cuenta de Instagram con su transformación, que sorprendió a sus seguidores.
La influencer catalana Lidia Reyes estuvo a punto de convertirse en la mujer más tatuada del mundo e incluso llegó a confesar que tenía una adicción por la tinta en su piel, pero tomó la decisión de quitarse los tatuajes de la cara y recientemente compartió un video en su cuenta de Instagram con su transformación, que sorprendió a sus seguidores.
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Fue en 2016 cuando comenzó el proceso para quitarse el 95% de los tatuajes que tenía en la cara y explicó a sus seguidores que no la hacía porque se sintiera fea, sino que ya estaba cansada de tener el mismo aspecto físico y quería hacerse nuevos tatuajes.
“Me estoy quitando los tatuajes de la cara porque me he cansado, no porque no me gusten o me vea fea, a mí me encantan los tatuajes de la cara, por eso me los hice, pero echo en falta mi rostro de antes, por esto me estoy haciendo el láser facial”, comunicó a sus seguidores.
Desde entonces comenzó a acudir a una sesión de láser cada quince días, que tenía una duración de una hora, para quitarse los tatuajes y seis años después finalmente consiguió el resultado que quería, aunque admitió que el proceso no fue sencillo, pues era muy doloroso.