(Krammer F y Gordon A. New York Times)
Antes de la pandemia de COVID-19, además de las vacunas, se hacía muy poco para combatir las infecciones respiratorias virales estacionales, como los virus de la influenza, los coronavirus y los rinovirus, entre otros.
Se acerca el invierno y hay incremento de la afluencia de pacientes jóvenes con virus sincicial respiratorio y de influenza.
Los científicos observaron que un virus nuevo puede influir en la circulación de los que ya existen. Un ejemplo es el virus de la influenza. Durante las tres últimas pandemias de influenza en 1957, 1968 y 2009 los virus de la influenza A, que eran nuevos para los humanos, sustituyeron a algunos de los virus de la influenza que ya circulaban en ese momento, lo que provocó la extinción de algunos de los virus más antiguos.
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Por un lado, cuando surge un virus nuevo y grave, las personas modifican su comportamiento. Sin duda, esto fue lo que ocurrió en la pandemia de COVID-19, cuando la gente empezó a usar cubrebocas, a pasar más tiempo al aire libre y a limitar los viajes internacionales.
En segundo lugar, cuando los virus están estrechamente relacionados, como algunos virus de la influenza A, puede darse lo que se llama inmunidad cruzada.
También se cree que contagiarse con un virus puede reactivar el sistema inmunitario innato e inespecífico de una persona la primera línea de defensa del organismo contra los microbios, lo que proporciona cierta protección temporal contra la infección por otro virus.
Estos virus ejercen una presión considerable en el sistema sanitario y en la economía. Tan solo los virus de la influenza pueden causar hasta 50.000 fallecimientos al año en Estados Unidos. Invertir en medidas como la mejora de los sistemas de ventilación, sobre todo en las escuelas, podría reducir la propagación de muchos virus respiratorios.
El uso de cubrebocas en el transporte público puede protegerte en los periodos de transmisión elevada. El cumplimiento estricto de quedarte en casa cuando estás enfermo y las políticas para que la gente pueda darse ese lujo también pueden reducir los contagios.
Se necesitan vacunas nuevas que eviten las infecciones y el contagio de los virus respiratorios, pero pueden pasar años hasta que estén disponibles.
Mientras tanto, vacúnate contra la influenza y ponte las vacunas de refuerzo contra la COVID-19, que te protegen contra la enfermedad grave. Este es el momento de hacerlo.