La comunidad runner apoyó la causa.
El legado que dejó Jorge Alberto Muñoz Remolina (qepd) no se fue con su partida, sigue más vivo que nunca.
Con la participación de cerca de 400 corredores, familiares y amigos se realizó la XXIII Carrera Atlética “Del Abrigo – Ursus Muñoz 2022”, que resultó todo un éxito.
La comunidad runner apoyó la causa e hicieron valido el lema ¡Este invierno, abriga un hermano!, por lo que se logró recaudar media tonelada de ropa abrigadora y cobijas nuevas destinada a familias de escasos recursos de Estación Wadley.
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No solo hubo cantidad en participación, sino también se logró la meta principal de que todos aportarán a la labor altruista que durante más de 25 años promovió su fundador, Ursus Muñoz, quien ya no está entre nosotros, pero que dejó sembrada esa semilla que ahora continúa su hija Imelda y familias Muñoz y amigos, que se reunieron para rendirle con la vigésima tercera edición un homenaje póstumo, a meses de su partida.
“La mejor carrera del mundo”, como Ursus la llamaba, regresó después de dos años de no efectuarse por la pandemia, pero en esta ocasión sin su organizador principal, que sin embargo estuvo presente en el corazón y mente de cada uno de los asistentes y participantes.
El acostumbrado grito de ¡Vamoooonos” en la voz de su sobrino Jorge Romo Muñoz se escuchó al momento del conteo de salida, como si el finado Ursus estuviera presente.
El emotivo selló con todos los integrantes de las familias Muñoz soltando un globo blanco al cielo, en recuerdo de Jorge Alberto.
Ahí estaban todos sus hermanos presentes: María Cristina, Silvia, Rolando, Enrique, Carlos, Alejandro y Armando. Sin faltar las familias: Romo Muñoz, Martínez Muñoz, Muñoz Acebo, Muñoz Medina, Muñoz Águila, Muñoz Rangel, Muñoz Leyva y Muñoz Suárez Del Real.
Fueron casi 7 kilómetros los que completaron los casi cuatrocientos corredores que se dieron cita, por toda la Recreovía Carranza, entre el tramo de Uresti y Fray José De Arlegui, en donde se ubicó la salida y meta.
Álvaro Alejandro Zapata Alvarado fue el primero en cruzar la meta, seguido de José Ascensión Arredondo y Francisco Cleto, mientras que en la rama femenil Mariana Turrubiartes fue la triunfadora, secundada por Liliana Cedillo y María José Muñoz.
Esto gracias al jueceo de Don Jesús y Alejandro Amaya, mientras que en el sonido anunciaba a los ganadores el buen Fede, que no podía faltar a la cita.
Al final hubo playeras para todos, dulces Canel’s, hidratación de Powerade y Agua de Lourdes, mientras que Francisco y Fernando Portillo, apoyados por gente de Estación Wadley, se encargaron de trasladar la ropa en camioneta para llevarla a su destino, para quien más lo necesita y que sea un paliativo para el crudo invierno que se avecina por aquellos lugares.