El legado del arquitecto es revisado a partir de documentos, bocetos y fotografías.
Diseñador de escuelas, museos, hospitales, iglesias, estadios, mercados. “El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013) fue uno de los constructores del México moderno. Su obra tiene una dimensión humanística y universal”, afirma Alfonso Miranda Márquez.
Más allá de sus grandes obras, como el Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca o la Basílica de Guadalupe, “está su filosofía de los espacios bien pensados, bien estructurados, y su visión de dignificar hasta los lugares más sencillos”, comenta en entrevista con un medio de noticias.
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El director del Museo Soumaya, y curador de la exposición “Pedro Ramírez Vázquez”, que se inauguró anoche en la sede de Plaza Loreto para festejar los 28 años de vida de esta iniciativa, afirma que es tan vigente la obra de este proyectista que sigue funcionando a más de medio siglo de haber sido edificada.
Tras cuatro años de “una revisión exhaustiva” en el acervo de Ramírez Vázquez, Miranda seleccionó mil 15 objetos, entre documentos, bocetos, fotografías, planos, esculturas, maquetas, mobiliario urbano y doméstico y videos, que integran la “muestra inédita” que permite descubrir al “artista total”.
“El espectador no se satura, porque su obra nos ayuda a entender la construcción de nuestro país. Él viene de una familia trabajadora, de la colonia Guerrero, por eso se interesó en todo: desde el diseño de la imagen de los Juegos Olímpicos de 1968 y joyas, hasta mobiliario”, explica.
El historiador destaca la aportación de Ramírez Vázquez en el ámbito educativo.
“Tuvo una gran visión desde los años 50 del siglo pasado. Es referencial su idea de construir 30 mil escuelas en todo el país con un sistema que permitía la transición de las personas del campo a las ciudades”.
Dice que imprimió una dimensión social al edificar normales rurales para capacitar a los maestros, como la de Ayotzinapa, o la Universidad Autónoma Metropolitana.
“Son espacios que están habitados, que aún funcionan, aunque a algunos les falte mantenimiento. Pensó en áreas de lactancia, en lugares de descanso para los trabajadores, baños”.
Menciona la dimensión estética del arquitecto que dio vida a museos como el de Ciudad Juárez, el Centro Cultural Tijuana, el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, el Amparo de Puebla, el del Templo Mayor.
“Ha habido muchas exhibiciones en torno a su obra. Pero en esta hay tanto detalle que sabremos con qué exposición se inauguró el Museo de Arte Moderno, por ejemplo, o qué exhibieron los primeros museógrafos en Antropología”.
Señala que, en la muestra, también adquier e otro sentido todo lo relacionado con el diseño de los Juegos Olímpicos.
Muchas de las propuestas se les han adjudicado a artistas extranjeros, pero aquí detallamos bien los créditos y cómo el diseño se inspiró en el arte huichol”.
