No botes las sandalias manchadas. Dale una nueva oportunidad a la comodidad de este calzado, borrando la suciedad con trucos sencillos de lavado
Hay recomendaciones esenciales para que el aseo de las chancletas no resulte trabajoso y luzcan pulcras:
Utiliza siempre agua limpia.
- Al llegar de la playa, la montaña o un viaje, lava las sandalias de inmediato para que no acumulen bacterias ni moho.
- Desinfecta las chancletas con aerosoles naturales.
- Una receta es unir aceite de árbol de té, agua y vinagre.
- Atiende la higiene de los pies, ya que problemas como el mal olor se producen por el descuido y la sudoración.
- Lava bien las extremidades y usa talco.
- Mantén secas las sandalias. Si llegan a mojarse con lluvia, por ejemplo, sécalas al sol.
- Cuando son de cuero, lo correcto es ventilarlas sin que los rayos solares les den directo.
- Impermeabiliza con crema de zapatos sin color.
- Este es un truco para que la humedad no perjudique el calzado de piel.
- Procura que los métodos para higienizar las chancletas no sean agresivos, así duran mucho más tiempo.
¡Y disfruta tu calzado!